sábado, abril 22

LA CHARCUTERÍA

Nunca había comprado tanto jamón york como en estos dos últimos meses. Estoy en casa, tranquila y centrada en mis lecturas, cuando de repente me entran unas ganas tremendas de comprar algo en la charcutería del supermercado. Me visto, me peino y hasta me pinto para asomarme a salchichones, chorizos, chopes, mortadelas y quesos varios.
Quizá alguien piense que es vicio, puede que no se entienda mi compulsión chacinera, es posible que sean criticadas mis continuas y dilatadas estancias frente al mostrador charcutero. Lo comprendo, pero no pienso explicarme. Sé lo que me hago, cada una cae en la adicción que quiere y esta es la mía. Tengo derecho a consumir tantos embutidos como desee, siempre y cuando no haga daño a nadie para conseguirlos.
Así que, dicho esto, te pido humilde pero perentoriamente que, o bien respondes a los tejos que te lanzo o bien cambias de sección en el súper, porque el jamón me sale por las orejas y la mortadela se me está instalando peligrosamente en cartucheras y alrededores.
No seas cruel, vida mía, y lánzame una sonrisa por encima de botillos y morcillas, que el amor no elige dónde nace.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Jajajajaja!
Muy, muy bueno.

Roma dijo...

Buenísimo!
Qué gran sentido del humor, y qué buena literatura.

Marcela dijo...

caray, empiezo a ponerme colorada...bueno, no, eso es imposible, no soy capaz a ponerme colorada con nada. gracias por vuestros ánimos.

Anónimo dijo...

me quedo con la última frase .....

besos

Mármara dijo...

Lloro de risa...
¡Cómo escribes, jodía, cómo escribes!

Anónimo dijo...

Very pretty site! Keep working. thnx!
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Anónimo dijo...

Very best site. Keep working. Will return in the near future.
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Sandra Sánchez dijo...

jajaja qué bueno Marcela!
;)