Sin hacer comentario alguno a lo que me pasó hoy después de la charla, os diré que el siguiente diálogo ha sido totalmente real, entre la asesora de educación infantil más pija que jamás haya conocido y la menda (aclaro que la menda estaba recién acabada la charla con el cerebro pelín cansado, de ahí la gilipollez):
- Chica, de verdad, cómo me ha gustado todo lo que dijiste, de verdad.
- Me alegra mucho, qué bien - digo yo con ganas de irme ya.
- Mira, es que esto de la educación es excelente, vamos que yo siempre he estado a tope como pofe ¿sabes?
- Sí, es que es muy satisfactorio - que me caigo de aburrimiento, ayyyyyy.
- Bueno, para que veas, chica, mi mejor época de profe fue cuando di educación sexual en adoles.
- Ahhhh, Adoles - veo que ella me mira como si yo conociera Adoles y esperando mi respuesta, y yo que ando insegura en la geografía de esta bella tierra me lanzo- Adoles...¿Dónde es Adoles? ¿Aquí cerca de Tudela?
- ¿QUÉEEEEEEEEE? Educación sexual en adoles...ADOLESCENTEEEEES.
- Ah, claro, qué bien...- y aquí sigo ojiplática, boquiabierta y muerta de la risa casi tres horas despues del diálogo.
Ay, cuántas cosas me están pasando, ayyyyy.