lunes, abril 30

PUENTE...¿QUÉ PUENTE?
Esto de que gran cantidad de gente esté de puente y yo ande aquí, en el curre, intentando vadear el río, me lleva a tomarme con tranquilidad el día y compartir con vosotras disquisiciones varias al compás de la lluvia (uy, qué poético):
- No hay cosa más desagradable que tener que levantarse temprano un día de lluvia...y encima si estás abrazada a alguien, ya ni os cuento.
- Que haya un miembro más de la realeza en este país, me la trae al pairo.
- Si no por mucho madrugar amanece más temprano ¿para qué c... madrugamos?
- ¿Por qué todo lo bueno o me engorda o es pecado? ¿Qué me importa a mí que sea pecado? ¿Por qué me importa que engordeeeeee?
- De pequeña siempre me entraba la risa en misa, creo que ya entonces me rechinaba todo lo que decían...hoy en día me entra la risa en muchos más sitios.
- No me llamo Luisa, porque nunca tengo prisaaaaa. Yo tengo mi pompón, pompón, pompón...la vida es así chicas, los desequilibrios le vienen a una cuando menos se lo espera.
- Feliz semana a todas, os deseo días llenos de besos y abrazos...no os preocupéis que ya levanto yo el país con mi trabajo, jajjaaa.
- Y por último, el puente de la foto está en Avilés, es un puente muy gay,de todos los colores del arco iris, quedáis invitadas a conocerlo.

lunes, abril 23

TEMA DIFÍCIL
Alguna dirá, y tendrá razón en cierto sentido, que tengo obsesión con el tema escatológico porque ya hace una temporadita expuse mi intención de recoger símbolos de los baños para varones y para mujeres. Pero, queridas, ahora el tema que me ocupa es otro, un tema difícil realmente, peliagudo, espinoso como no encontré ninguno hasta ahora, íntimo, diría incluso que casi secreto.
Tan peliguado es este tema que no encuentro un nombre adecuado para referirme a él, de hecho, la única palabra exacta para la cuestión sería "escatología" , pero me dio yuyu eso de que la palabreja sirva tanto para los santos como para la mierda (con perdón).
Bueno, que sin más dilación (que no "dilatación", Marmarita, que te oigo), os planteo aquí el meollo de mi reflexión.
Resulta que tenemos una serie de funciones propias de un organismo vivo; bien, hasta aquí todo correcto. Tambien resulta que hay ruiditos de nuestro cuerpo que asumimos sin excesivo pudor (vease el crujir los dedos, o el rugir de tripas, el estornudo, la tos,...), perfecto.
Pero ¿qué nos pasa cuando nuestras flatulencias (gases naturales, al fin y a la postre) optan por salir?
Comprendo que "flatular" en público está mal (permitidme el verbo inventado, que me quedó muy fino); pero lo que a mí me llama la atención es el ejercicio de contención que hacemos cuando en un baño público coincidimos con alguien más y la puerta del servicio no es entera, es decir, que afuera se oye todo.
Esta suele ser la situación: estoy tranquila en la oficina, de repente mi cuerpo pide paso, bajo rauda y veloz (cada una que ponga aquí su ritmo corporal) al servicio, al entrar coincido con la administrativa que entra a la par que yo; como no puedo ya aguantarme, opto por entrar de igual forma (hay veces, que hasta prefiero irme y esperar para estar sola), entro en el cubículo individual correspondiente, la chica entra en el de al lado. Supongo que ella ha empezado a hacer algo, pero no oigo absolutamente nada, ni un liquidillo, ni una gotita, ni un reguerillo, nada de nada; hostia, qué mal rato. Mi cuerpo que quiere liberarse, yo que me contengo hasta el límite, hasta que consigo mi objetivo sin haber hecho el menor ruido. De repente, se oye el agua de dos cadenas y la tortura se acabó.
¿Por qué tanta contención? ¿Por qué esa tortura inútil? ¿Por qué ese pudor absurdo? ¿Os pasa a vosotras? ¿Les pasa también a los hombres? ¿Se rompen las parejas cuando deja de pasar esto y se comparte ya "todo"?
En fin, son dudas existenciales que tiene una. Ya sé, ya sé, que hoy es el día del libro, que se suponía que esto iba de lectura y no de escatología, pero así son los blogs.

miércoles, abril 18

HOY ASÍ...MAÑANA DE OTRA MANERA


Hay días para todo. Hoy estás estupendamente, mañana a saber cómo estarás. Ayer te parecía imposible salir de la oscuridad, hoy te ríes y lo ves clarísimo. Mañana disfrutarás del mejor día de tu vida, pasado quizá te encuentres un disgusto que no esperabas. Hoy todo lo que te rodea es positivo, ayer todo lo veías negativo. Antesdeayer estabas agresiva, hoy eres puro mimo.
Y es que la vida es "asín", no la he inventado yo, que diría la canción; que no es que tengamos doble personalidad (que también), sino que las circunstancias nos cambian de continuo, la realidad se nos mueve, nada se termina, todo se transforma, evolucionamos e intentamos conocernos un poco mejor cada día para poder "limar" nuestras cosillas.
Por eso, porque mañana no sé cómo estaré, porque ayer estuve realmente hundida y porque hoy estoy muy bien, decido disfrutar de todo lo bueno que me traiga la vida y recargar muchísimo el depósito de alegrías...para cuando vengan malos tiempos.
PD: El "mañana", el "ayer" y el "hoy" del que hablo son metáforas, no vayáis a pensar que fue ayer, 17 de abril cuando estuve mal.

martes, abril 10

MEDIA DOCENA
Surge, desde las blogueras amigas, una propuesta de decir seis cosillas que la gente conozca muy poco de una. Yo, que soy obediente a la par que solidaria, estuve pensando sobre ello y me sale media docena de "secretos" confesables, tres pares de cuestiones que poca gente sabe de mí y que, ahora, me propongo hacer públicas para público escarnio (valga la redundancia):
1- SOY BIZCA: sí, no pongáis esa cara de susto quienes me conocéis en persona, soy bizca ¿y qué? Hace muchos años, mi madre me llevó el oculista porque me dolía la cabeza y este buen hombre dijo que yo era bizca "por dentro". Mi madre dijo: "¿Ve? Ya lo decía yo, que la nena era torcida...". Pero el oculista se refería a que tengo dificultad para centrar los dos ojos en el mismo punto, de manera que hago mayor esfuerzo de lo normal y de ahí mis dolores de cabeza. Por cierto, ya no me duele ¿será que ya no soy bizca hipócrita?.
2- LA DE LOS TIMBRES QUEMADOS FUI YO: al fin lo digo, ayyyy, qué liberación. A los diez años quemé los timbres del ascensor de casa de mis padres y nunca me atreví a confesarlo. Ahora, a mi edad, hago como el Vaticano y pido perdón a la comunidad de vecinos por aquella maldad.
3- NUNCA COPIÉ EN LOS EXÁMENES: siempre fui una inútil de las chuletas, porque además cuando las escribía ya me las aprendía y no las necesité; pero es que además, los nervios y la sensación de culpa me impedían copiar.
4- NO BAILO MAL Y ME GUSTA BAILAR: éste es uno de mis mayores secretos. Cuando salgo de noche, casi nunca bailo (alguien sí consigue que yo baile, pero es una excepción), me mantengo sin ritmo alguno durante toda la velada, cual palo de escoba adosada a la barra del bar. Pero en casa, a mi bola, en la intimidad como el catalán de Aznar, se me sueltan las caderas y empieza la bomba bailonaaaa.
5- TIRO LOS TUPERS CON COMIDA DENTRO: bueno, esto hay que explicarlo. Resulta que hago comida en abundancia un día, guardo en un túper lo que me sobra, lo meto en la nevera, se me olvida por quince días, cuando lo veo tiene hasta moho y me da pereza fregar aquella guarrada, luego...tiro hasta el túper; una marranada, lo sé, prometo intentar no volver a hacerlo.
6- SOY REALMENTE MIMOSA Y MERENGUE: a pesar de cierta imagen de frialdad o de distancia que he construído durante muchos años, el cariño me puede, una caricia me convierte en peluche y una sonrisa me hace volar. La imagen va cambiando. De todas formas, hoy ya soy más capaz de mostrar mis afectos y no tener miedo al daño; ahora mismo, sería feliz acurrucándome en ella y sintiendo ese calor que me llena. Ayyyyyy.