sábado, mayo 27

LAS BRUJAS NO SE QUEJAN
Quiero poner hoy en el blog este libro porque para mí ha sido todo un descubrimiento. Yo, que siempre me he reído de lo espiritual tachándolo de "Ommmmm" y de no tener los pies en el suelo, os recomiendo este libro.
Trata de trece cualidades que las ancianas deben cultivar: las ancianas no se quejan, son atrevidas, tienen mano con las plantas, confían en los presentimientos, meditan, defienden con fiereza lo que más les importa, deciden su camino, dicen la verdad con compasión, escuchan su cuerpo, imporvisan, no imploran, se rían juntas, saborean lo positivo de la vida.
Todo esto con un tono de humor y con una perspectiva feminista que da gusto leerlo. Me gustó muchísimo, para mi sorpresa.
Quien me lo regaló se arriesgó, pero puedo decirle que acertó de pleno. Y, por cierto, esa misma mujer me ha prometido en préstamo "Las diosas de cada mujer" pero debe estar aprendiéndolo de memoria, en vez de leerlo.
Y para terminar este mensajito, quiero poner una de las frases del libro: "Las brujas juntas pueden cambiar el mundo".

domingo, mayo 21

REGALOS DEL CANTÁBRICO
Después de un fin de semana un poco duro, decidí ir a dar un paseo a la playa. Me recibió un atardecer precioso y un Cantábrico fuerte y vivo. A los diez pasos, ya me había desprendido de la sensación de fracaso que me rondaba estos días. A los veinte pasos, ahogué en una ola el disgusto por la mala contestación recibida de la persona que más quiero. A los cincuenta pasos, enterré en la arena, bajo una enorme piedra, el estrés que me impide a veces disfrutar a tope. A los cien pasos, empecé a notarme más leve, más dinámica, más positiva y más natural.
Por eso, porque he tenido el privilegio de ver este paisaje, de oler este mar y de tocar ese agua helada, os regalo esta foto. El mar, muchas veces, hace regalos, y hoy a mí me regaló serenidad.

jueves, mayo 11

ASÍ NOS LUCE EL PELO
Como soy públicamente feminista, a veces me mandan todo tipo de textos y archivos referidos a las mujeres. La gente que me conoce bien siempre acierta, la gente que me conoce poco, o la que tiene muy mala hostia, suele errar en el intento.
Hoy abrí mi correo electrónico y me encontré una presentación en power point con tonos pastel (todos los verdecitos posibles, todos los rosas del mundo), era un homenaje a la "esencia de mujer", o sea, que era un canto a la ñoñería. No me hubiera importado en exceso (no más que otras veces) si no fuera porque en una de las diapositivas leí: "A ti que tantas veces eres castigada./A ti que eres maltratada/ y que a pesar de todo, /el perdón llevas en tu mirada,/incluso para quien te da una puñalada. /¡A ti quisiera darte alas!"
Pues yo quisiera darle a esa mujer una buena abogada, una casa en propiedad, una Ley que la ampare cien por cien, unos cuerpos de seguridad del Estado que le aseguren la vida y, quizá, un poco de suerte y que un coche atropelle a su maltratador. Ante el maltrato, como en Argentina, NI OLVIDO NI PERDÓN.

jueves, mayo 4

LA LIBERTAD ES ESTO
Quiero contar una historia, real como la vida misma. Esta historia no está basada en hechos reales como algunas películas baratas de la tele, sino que es la realidad más hermosa que se repite cada día.
Voy allá: en una ciudad del norte, vive un niño de tres años al que le encanta ir al colegio. Todos los días llega, saluda a su maestra y busca inmediatamente su uniforme. No es un mandilón azul, como correspondería a un etiquetado trasnochado por género. Tampoco es una bata para guardarse de la suciedad. No, él elige un traje de princesa, de la princesa más hermosa que hayamos visto nunca; en otras ocasiones se pone un sombrero y un chaleco, o aquello que le apetezca en el momento.
El niño, tranquilo y relajado, se viste de princesa ante la aceptación de su entorno, nadie le cataloga, nadie le hiere, nadie le quiere convencer de que ese traje es de "niña". Él es libre, él no sabe de estereotipos, de tópicos, de cadenas de género, de imagen o de escondites. Él demuestra todos los días que otro mundo es posible.
Pero, sobre todo, él tiene la oportunidad de hacerlo, porque su maestra, trabaja por una educación en igualdad, se esfuerza para que niños y niñas vivan en libertad y se desarrollen según sus potencialidades, no según el sexo con el que hayan nacido.
Para él no vale el poema de la princesa está triste, esta princesa corre como un loco por el patio y se relaciona sin esperar que nadie venga a salvarle al torreón. Se salva a sí mismo.
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Vaya este texto como homenaje a todas las docentes que trabajan por una sociedad más justa y libre. Vaya también dedicado este texto a quienes, contra viento y marea, contra obispos y fascistas siempre luchan por la igualdad de varones y mujeres. Y, sobre todo, vayan estas palabras para Mª José Urruzola, para que sepa que seguiremos en la brecha.