También me han hecho recordar a una vecina que tenía mi madre, siempre peinada con su cardado y con sus uñas de manicura, muy florida ella, con eso pechos tipo barra de bar altivos y enormes que se gastaban antes. Pues bien, la susodicha vecina tenía especial arte para trastocar todas las palabras y la más gorda fue cuando, tras una temporada a régimen, le soltó a mi madre en la puerta de casa: "Roge ¿no me dices nada? Si me he quedado como una sífilis". Y es que debe ser que no contenta con ser una sílfide, también agarró una tremenda enfermedad de transmisión sexual, digo yo.
Pues bien, estos días me encontré con un comentario en un foro que me recordó a la famosa vecina; el post del foro iba sobre un concejal que más que del siglo XXI parece del V a.C. y una forera dijo de él que era un "tabernícola", o sea, un cavernícola que está todo el día de bares, vamos que además de anclado en la antigüedad el tío chuma.
Además, marmarita me contó la nueva palabra de un alumno de la clase de T. (te lo robo marmarita, que sabes que ese alumno es mi preferido). Resulta que el niño, de 5 años, estaba contando a su maestra que su perrita había tenido cachorros y dijo: "Tuvo dos de manera natural, o sea por el útero, y tres por necesárea". Y qué razón tiene el niño, que la cesárea cuando se hace es por necesidad, o sea, es necesárea perdida.
Y lo que me fastidia es que me contó B. un anécdota con otro palabro y llevo dos días sin poder acordarme, en fin cosas del alemán este que me trae la cabeza loca (el alzheimer).
PD: sigo sacando la pluma a pasear, anda que no me gusta a mí ni nada lucir pluma.