martes, noviembre 30

Para Inés

Es tontería, a veces, poner las iniciales. Más que nada porque alguien puede llevarse a engaño y pensar que quien entró en mi vida sin estridencias, con suavidad, con cuidados y cariños, con amor, se llama Irina, o Isolina, o Isabel, o Ignacia. Y no, ninguno de esos nombres es acertado.
Así que os presento a todas las blogueras a Inés (sin foto, que es tímida, ya caerá como todas, jajajaa), la mujer con la que me apetece pasar mi tiempo de afectividades, cariños y sexo.
Por eso, para que ella lo sepa, este post va dedicado y es su "puesta de largo" en los blogs.
Gracias, Inés, por estar ahí. Besín, princesa. Y recuerda que dentro de muy poco empezarás a conocer a mi gente, así que prepárate, bonita.

domingo, noviembre 28

Me lo esperaba

Sí, me esperaba ya que noviembre iba a ser un mes terrorífico de trabajo. De hecho, así lo había planeado antes ya del verano, fue algo premeditado. Me explico: antes del verano me encontraba tan mal, tan desolada y tan frustada por tantos meses de intentar una relación que era imposible, que me empeñé en llenar mi tiempo para no poder estar mucho conmigo misma. Y puse manos a la obra y acepté todas las propuestas de trabajo extra que pude, y hasta me inventé alguna para no tener ni un minuto en el que mirarme en el espejo y ver el desastre de vida sentimental que llevaba.
Llené la agenda hasta límites que ahora veo como insalubres. El objetivo no era morir en el intento, pero sí era no tener tiempo a autocompadecerme, ni a pensarme, ni a analizarme. Antes del verano no quería verme ni en pintura y no quería darme la oportunidad de seguir cayendo en picado.
Pero en el verano hubo un cambio espectacular, mucha gente me ayudó a ver que tenía que pensarme para poder seguir adelante. En especial: Mármara me escuchó hasta el agotamiento, Lamimari y LasuM me acogieron como siempre, algunas blogueras me dieron asilo, cama, comida y cariño y, sobre todo, Morganita me enseñó a ver la vida de otra manera.
En septiembre, con las pilas cargadas, el corazón tocado pero no muerto y el cuerpo como nuevo, volví al trabajo y superé la prueba (mal que bien) de volver a verla. Y encontré a I. que se me metió en la vida suavemente, sin estridencias, sin montañas rusas, con cariño y escucha.
Y ya no quise mi agenda de noviembre, ya no quise trabajar tanto porque estaba contenta conmigo misma, porque quería tener tiempo a verme y a colocarme en una nueva forma de estar.
Pero los compromisos son los compromisos, y cumplí.
Por eso, hoy puedo decir que casi estoy de vacaciones, que he podido hacer todo lo que tuve que hacer, incluso corregir todo 2º de Bachillerato mientras viajaba de charla en charla.
Por eso, ahora, tengo que agradecer tanto a tantas que habéis estado ahí, sin reñirme, sólo escuchando, sin echarme en cara nada, sólo queriéndome, esperando que yo reaccionara y volviera a ser la Marcela de siempre.
Por eso, ahora, estoy tan contenta y me he dado una cura de sueño, para limpiar la agenda, para tener tiempo para mi gente, para querer a I, para adorar a lamimari y lasum, para compartir con Mármara, para saludaros a las blogueras y para agradecer a Morgana tanto que me ha aportado, que creo que ni ella es consciente.
Creo que esta vez, he aprendido la lección: no por mucho ocupar mi vida con trabajo, puedo huir de mí, me llevo a todas partes, mejor será mirarme a la cara.
Gracias, chicas, a todas las blogueras que me acogisteis, que me cuidasteis, que me escuchasteis sin juzgarme. Gracias.
PD: y también gracias a ella, que aunque nuestra historia ha sido imposible, es una amiga que también me ha enseñado mucho.



miércoles, noviembre 17

No estoy desaparecida

No estoy desaparecida, pero mi cuerpo y mi mente me piden un descanso de algunas cosas. Volveré con más fuerza en poco tiempo, sólo necesito dormir mucho, comer bien y tener un poco de tiempo para mí misma.

domingo, noviembre 7

Muy, muy, muy enfadada

Y es por tu culpa, Candelilla, que esto no se hace, mujer.
Resulta que a mi vecina Candela se le ha ocurrido dejar esta ciberciudad y cerrar su salita a estas blogueras que la buscamos siempre. Que dice que se pira, que cierra el chiringo, que aunque le gusta escribir pasa de contarnos nada, que ya no quiere que la leamos, que nos abandona y que nos seguirá leyendo.
Que no, Candelilla, que no, que este residencial de cibermundo es el tuyo, que aquí no hay voces, ni machitos con la hormona satélite, ni coches agredidos, ni siquiera piscinas de mierda.
No, maja, no, estos blogs que nos hemos juntado somos algo más que una ventana en la red, somos realmente red. Red de mujeres que se leen, que se escuchan, que se escriben, que se visitan a pesar de los kilómetros, que se animan, que se aconsejan, que se respetan y que se quieren.
Los espacios de mujeres no abundan y cada uno de nuestros blogs es una conquista en el espacio general, es un lugar de encuentro, una protección ante tanta gilipollez que en el mundo habita, una salita de casa que acoge a las amigas y les da calor.
Y, por eso, Candelilla, o cambias de parecer o te monto una barricada en el residencial que ríete tú de las voces de las chonis.
Esto parece una amenaza, pero es que lo es.
Esto parece una falta de respeto a tu decisión, y también lo es.
No nos dejes sin tu blog, sin tu calor, sin tus palabras, sin tus historias y sin tu cariño, por favor.
PD: esto es culpa del papa, seguro, que ya sabía yo que la visita de ese individuo nos iba a traer funestas consecuencias.