Nunca había comprado tanto jamón york como en estos dos últimos meses. Estoy en casa, tranquila y centrada en mis lecturas, cuando de repente me entran unas ganas tremendas de comprar algo en la charcutería del supermercado. Me visto, me peino y hasta me pinto para asomarme a salchichones, chorizos, chopes, mortadelas y quesos varios.
Quizá alguien piense que es vicio, puede que no se entienda mi compulsión chacinera, es posible que sean criticadas mis continuas y dilatadas estancias frente al mostrador charcutero. Lo comprendo, pero no pienso explicarme. Sé lo que me hago, cada una cae en la adicción que quiere y esta es la mía. Tengo derecho a consumir tantos embutidos como desee, siempre y cuando no haga daño a nadie para conseguirlos.
Así que, dicho esto, te pido humilde pero perentoriamente que, o bien respondes a los tejos que te lanzo o bien cambias de sección en el súper, porque el jamón me sale por las orejas y la mortadela se me está instalando peligrosamente en cartucheras y alrededores.
No seas cruel, vida mía, y lánzame una sonrisa por encima de botillos y morcillas, que el amor no elige dónde nace.
Mi voz, mi decisión
Hace 6 meses
8 comentarios:
¡Jajajajaja!
Muy, muy bueno.
Buenísimo!
Qué gran sentido del humor, y qué buena literatura.
caray, empiezo a ponerme colorada...bueno, no, eso es imposible, no soy capaz a ponerme colorada con nada. gracias por vuestros ánimos.
me quedo con la última frase .....
besos
Lloro de risa...
¡Cómo escribes, jodía, cómo escribes!
Very pretty site! Keep working. thnx!
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Very best site. Keep working. Will return in the near future.
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jajaja qué bueno Marcela!
;)
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