Hace un año me fui a Canarias, con la mochila cargada de llantos, con el alme encogida, con la vida revuelta y el corazón jodido.
Llegué mal y me recibió una persona que, poco a poco, día a día, me fue enseñando a mirarme a mí misma.
Y cambié el chip, recibí el cariño y las enseñanzas que necesitaba. Encontré una amiga de las de verdad, de las que duran en el tiempo, de las que no necesitan verse todos los días para quererse, encontré a una maestra de la vida.
Por eso, hoy, quiero mandar un enorme beso a mi maestra. Hoy que ya no lloro, hoy que tengo el alma plena y el corazón en plena forma, hoy que creo haber aprendido a mirarme un poco de cerca y no asustarme, hoy que soy feliz.
Hoy, Morganita, te sigo dando las gracias y te deseo un viaje precioso, porque tu camino de este verano me suena a viaje iniciático, a cambio de vida, a mirada más profunda y sentires más reales aún.
Hoy, Morganita, doy gracias por ser tu amiga.
Mi voz, mi decisión
Hace 6 meses
3 comentarios:
Cuanto sentimiento desprenden tus palabras marcela. Hablas dsd el corazon y eso es muy impte. Morgana debe ser alguien muy especial, de esas personas o angeles q no crees q existen hasta q te encuentras con ellas.
Un beso.
MRosa
De bien nacidas es ser agradecidas y tu naciste muy pero que muy bien. ¡Enhorabuena por tu estupendo estado anímico y cardíaco!
Prima, te entiendo perfectamente, conociendo como conozco a Morganita, muy bellas palabras y más bellos sentimientos los que te ha inspirado.
Un abrazo intenso
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