sábado, septiembre 6

Estupidieces o el gran día de la anestesista

Sí, estupidieces, es decir "estupideces de sobresaliente". Eso fue lo que pensé después de mi experiencia de hoy. Intentaré ser breve en el relato, aunque tiene tanta enjundia que no sé si haré dos capítulos.
Hoy, sábado, se ponían a la venta los abonos para el teatro en mi querida ciudad. He de indicar que en esta mini-ciudad tenemos un precioso teatro por el que pasan todas las obras que se pueden ver en Madrid. Lo malo es que es pequeño y sólo dan una función por obra.
Sabiendo lo anterior, yo que soy lista y madrugadora a partes iguales, puse el despertador para las cinco de la mañana, dispuesta a ser la primera de las de mi pueblo en tener sitio en la puerta (que, por cierto, abría a las nueve de la mañana).
Me dormí como siempre a la de ya, imaginándome las alabanzas de la amiga-compañera-yalgomásque me acompaña al teatro siempre cuando viera que somos las primeras de las de nuestra edad.
Me dormí, ya lo dije, pero es que me dormí del todo, vamos que a las cinco se debió de levantar alguien hoy, pero no fue Marcela. A las siete de la mañana, abrí un ojo para dar media vuelta en la cama y ¡¡¡Horror, qué tarde!!! A las siete y cuarto ya salía por la puerta en dirección a las taquillas.
Pensé que sería la quinta o sexta, a esas horas. Pero se me quedó la cara para atrás, cual niña del exorcista cuando al acercarme al teatro veo tiendas de campaña, colchonetas en los soportales, periódicos del miércoles pasado y un grupo grande de gente que me mira con ganas de degollarme. 
Casi me da un telele. Menos mal que me vio una conocida y, muy solícita, me dijo: - Pero, vidina, fía, qué hores son estes de venir a por entraes ¿tas tonta, oh? Ven, anda, que te llevo onde A. la anestesista, que ye la que manda en esto y te da númeru.
Y me llevó ante una A. grande, muy grande...o eso me pareció a mí que iba con la legaña puesta. Una A. que no es que entendiera, es que lo inventó ella. Y A. me miró fatal y peor me miró aún cuando yo, por camaradería lésbica y por ver si me enchufaba, le guiñé un ojo.
Y ahí, empezó lo que yo he llamado "El gran día de la anestesista", pero eso ya lo contaré en el segundo capítulo, que esto ya es muy largo. 

14 comentarios:

Sandra Sánchez dijo...

Ayyy madre!! yo no sabía que estaba la cosa en esos términos por ahí fía...me recuerda a la noche que pasé hace ya unos cuantos a la puerta de la Escuela de Idiomas de Oviedo pa coger plaza jaja...

A ver en qué termina lo de la anestesista, que dejásteme intrigada...

Blau dijo...

Fia, mucho me presta leerte. Entre la mi Mármara, la mi Pulga y tu, se me vienen muuuchos memories.

Vidina, que pueblo es ese, ne!

Besine y la próxima que los guellines se abran jajajaja

dintel dijo...

Espero el desenlace con impaciencia.

Mármara dijo...

Que hay mucha afición aquí, oyes, a todo lo cultural y, a mayores, somos una ciudad muy democrática, que no consiente en la prevalencia de los privilegios del abono vitalicio, por ejemplo. De casta, o Fuero, nos viene, ye lo que tenemos.
Ardo en deseos de leer la segunda parte.

farala dijo...

yo también ardo en deseos.

venga, venga, a lo de la anestesista.

y oye ¿es que en ese vuestro pueblo no se puede comprar por internés, tipo ticket line o entradiñas.com?

Marcela dijo...

jajajjaa, ya veo que a todas lo que os corroe es el morbo y la impaciencia, sólo pensáis en la anestesista y a la pobre marcela en busca de abono (que no de mierda), que le den.
Pulga, es que aquí es lo que dice marmarita, hay mucha afición al teatro y a la música y los abonos se renuevan cada año, se parte de cero.
Blau, es que ya sabes cómo se habla por aquí y lo de "vidina, cariño, preciosa y demás" está a la orden del día.
Dintel, impaciente.
marmarita, tú sí que sabes y sí que eres morbosa, so curiosona.
Farala, es que aquí lo de internet para la gente que hace noche y demás como que no, tenías que ver el percal de la cola, ajajajjaaa.

Morgana dijo...

jajajajaja mi intriga es doble: una por la anestesista, claro, y otra por la obra! jajaja qué quieres ir a ver?? besos

la cocina de frabisa dijo...

Ayyyyyyy, Marcela, qué mala pasada te jugó el sueño, aunque me he quedado atónita cuando leí la cantidad de gente que había en la cola a esa hora y hasta con tienda de campaña, madre míaaaaaaaa.

Me gusta mucho el Teatro y voy con frecuencia, pero no suelo tener problemas para entrar, pero porque prevarico con todas las de la ley.

He conocido tu teatro y la verdad que estuve incomodísima cuando fui, aunque la culpa no la tuvo el Teatro que es precioso. Fue la segunda vez que visitaba la ciudad y el señuelo que me puso E. para tal acontecimiento, fue invitarme a ver "Arte", obra que yo me había perdido de ver aquí porque justamente cuando la ofrecieron fue cuando yo fui por primera vez a su casa. Hasta aquí, todo perfecto, pero chica, lo que tiene un Teatro pequeño es que si uno no es previsor, pasa lo que pasa y lo que consiguió fue gallinero. Las entradas eran tan tan tan arriba que ya no se podía subir más, no había respaldo y una enorme y bien perfilada columna me obligó toda la función a estirarme cual jirafa, puaffffffff. En fin, que como en aquél entonces tampoco había confianza, el bueno del hombre estaba avergonzado y le quité hierro, pero fue una pesadilla. Eso sí, la obra, im-presionante.

un besito y cuenta rapidito la segunda parte.

Marcela dijo...

No disimules, morganita, que la obra te interesa una mierda, ajajajaaaaa. Pues quiero ir a ver siete obras desde octubre a diciembre, algunas de estreno absoluto.
Frabisa, es que por eso quería yo madrugar, mujer, que este teatro es precioso, pero muy pequeño y las entradas buenas son pocas. En el gallinero ya estuve alguna vez y más que un gallinero parece un nido de águila, por lo alto.

Irreverens dijo...

¡Joé, para que luego digan que la cultura no interesa en este país!
:P

Oye, ponnos más diálogos en "asturianu", que m'ha molao muchísimo.
:)))

Besotes

Mari Triqui dijo...

Pero... ¿conseguiste o no conseguiste? Qué impaciencia!

¿Le dijiste a la A. anestesista grande que de dormirte nada... que ya tú duermes bastante? :)

Besos.

Izel dijo...

Yo paso de disimular jajaja Cuentanos lo de la anestesista y el efecto guiño de ojo que me da a mí que te salió el tiro por la culata jajaja La impaciencia me corroe!!!

Sandra Sánchez dijo...

Ya sé que hay mucha afición ahí a todo lo cultural...
O sea que de pillar alguna entraduca suelta...chungo no?

Hester Prynne dijo...

Uy, como me suena la puerta esa, yo por ahí he estado viendo al Brujo hace unos años...