viernes, diciembre 15

EL ÁRBOL DE NAVIDAD
Escuché ayer una historia sobre los árboles de Navidad que me encantó: el adornar los árboles es una costumbre pagana propia de los druidas. Se adornaban los árboles en invierno, cuando no tenían hojas ni frutos y era para recordar al propio árbol que en primavera tenía que volver a estar "adornado" de vida. Era una manera de honrar a los árboles, de cuidarlos y de invocar la vuelta de la energía en meses posteriores.
Me gustó la idea de cuidar los árboles, siempre he pensado que tenían alma y que, de alguna manera, nos observaban. Creo que me influyó en esas ideas el vivir, los cuatro primeros años de mi vida, en casa de mi abuela y mi abuelo en el monte. Los bosques tienen una vida muy particular, llena de duendes, trasgos, xanas y espíritus. Este año, voy a adornar un árbol, pero creo que elegiré uno en la naturaleza y le llevaré alguna cosa como regalo. Será mi celebración de cambio de año.

2 comentarios:

Nerim dijo...

No había oido esta versión y me ha gustado mucho y le encuentro más sentido que a cualquiera otra.
Un abrazo

Mármara dijo...

¡Cómo me gusta esa historia, cómo me gusta! VIDA, a cambio de muerte. VIDA para los pobres abetos, pinos, acebos..., que cada año perecen a miles al llegar estas fechas por culpa de la yankización de las costumbres.
Voy a copiarte la idea, Marcelilla, me parece genial.