lunes, octubre 16

SATISFACCIÓN PROFESIONAL
Este viernes pasado, día de puente para mucha gente, fui a dar una charla a un instituto. Iba dirigida a alumnado de 4º de la ESO y tenían que ser dos sesiones de clase seguidas, es decir casi dos horas. El tema: el sexismo en la publicidad.
Como el viaje era de tres horas, me fui el día anterior y, desde que llegué, me vi tratada en palmitas y con una sensación de estar bien que hacía mucho que no sentía ante gente desconocida. Tan bien me encontré que me dio la impresión de conocer a aquella gente desde hacía mucho.
Pero llegó el día de la charla y me desperté nerviosísima, de pronto me arrepentí de haberme metido en aquel jaleo, me reproché el tener siempre que andar metida en follones de este tipo cuando no es mi obligación y toda una serie de improperios varios que sólo estaban escondiendo mi miedo al fracaso; pánico a enfrentarme a cuarenta adolescentes desconocidos durante dos horas, horror a no saber hacerlo bien, temor a no enganchar a chicos y chicas para que luchen por la igualdad.
Pero el tema de la publicidad es muy agradecido, y entraron al trapo, y se rieron y creo que compartieron mi punto de vista. Y en los ojos de las niñas vi reconocimiento, se estaban reconociendo como mujeres y había una corriente especial en las miradas, al fin oían cómo se hablaba de ellas, ellas eran las protagonistas. Y en las caras de los chicos, de muchos de ellos, vi interés y ganas de entenderse de otro modo, o al menos curiosidad por ver las cosas de otra manera.
Espero no haber fantaseado y que todo eso que vi fuera cierto. Me acompaña desde el viernes la sensación del deber cumplido, la satisfacción personal de no haber defraudado profesionalmente a la gente tan especial que me llamó para la charla; llevo conmigo, aún, las charlas de la noche y sus risas, las sonrisas del alumnado, los abrazos de Teresa, la amabilidad y cercanía de Marián, el encanto de Gabino, la tranquilidad de Rafa y la afectividad de Juan Carlos.
Ya se fueron los nervios, no sólo no me arrepiento de haberme metido en ese berenjenal, sino que me alegro de haberme arriesgado y agradezco a toda esa gente la oportunidad que me dieron.
PD: el reportaje de Fairy, por cierto, no tiene desperdicio; los grandes cambios en nuestras vidas, son visibles ¿no? Seguimos metidas en las cocinas, vamos que, según Fairy, nuestro sitio está clarito.

6 comentarios:

The lesbian sisters dijo...

tengo verdadera curiosidad por saber cuántos de esos creativos son mujeres... aunque tengo que reconocer que fairy es una de mis mejores inversiones... me dura meses y meses, quizá porque tengo muy poquito tiempo para dedicarle a mi "lugar natural"...
Y no me extraña que te sientas tan a gusto... la educación es el arma.
"Ser cultos para ser libres"

Anónimo dijo...

Deanónimayanada

El agradecimiento profesional ya te lo he dejado donde siempre. El personal prefiero dejártelo aquí, que para eso es tu blog.
Puedo darte las gracias por muchísimas cosas - poca gente se haría 300 kms en un día festivo para hacerle un favor a alguien que no ha visto en su vida -, pero prefiero dártelas por algo mucho más simple : por ser como eres.
Que sepas que me han felicitado por haberte pedido que vinieras; que todavía hoy Rafa le contaba a una compañera algunos de los anuncios que habías puesto y lo que habías dicho; y que mi abrazo fue de esos que solo doy a quien se los merece.
Teresa

Marcela dijo...

Gracias, Odile, quería compartir la sensación en el blog porque fue muy plena.
Teresa, fue una gozada estar con ese grupo de gente, tengo resaca y no bebo alcohol, así que es fijo que es una resaca de afectos y tú tienes mucha "culpa". Eres un encanto, Teresiña, jajajaaa.

Mármara dijo...

¿Cómo no te iban a entrar al trapo, si respiras pasión por lo que haces? Y la chavalería lo sabe, lo palpa, lo siente, y nos sigue, en el aula, o en una charla de una profe que no es su profe, pero que les ayuda a dirigir su mirada hacia otra forma de ver el mundo. Más justa, más igualitaria, más humana.
Hay muchas formas de entender la militancia feminista y la tuya es de las buenas, de las que vale. No hay nada más efectivo que sembrar en aquellos campos en los que con un poco de abono y una rociada brotarán tantas flores violetas que casi no se necesutarán esas gafas con cristales de color lila de las que me hablaste hace años y de las que no he vuelto a desprenderme.
Mucho me alegro de que hayas pasado un fin de semana tan estupendo. Verdaderamente, conozco muy poca gente que dedicaría parte de su tiempo libre a algo como lo que tú has hecho.
Odile, yo también considero que el Fairy es una de mis mejores inversiones, sin embargo si no fuera por eso, sólo por este anuncio lo hubiera tachado de mi vida, como he tachado otros productos.
Quizás no estaría mal enviarle a la empresa una visión crítica de su anuncio, para que se enteren de lo mal que lo han hecho queriendo hecerlo estupendamente bien.

Marcela dijo...

Gracias, Marmarita, lo de dedicar el tiempo libre a currar no me vino nada mal, porque fue todo un placer; claro que cuando desperté esa mañana, como había dormido poco y me atacaron los nervios, no quería ir al cole ni atada, ajjajaaaa.
En fin, seguiremos en la brecha, porque es lo nuestro y porque es muy guapa esta sensación de hacer algo útil.

Roma dijo...

Bueno, yo sólo quiero dejar aquí unos besos, muchos besos.