Sobremesa tranquila y relajada. Yo en el portátil intentando sacar adelante todo el trabajo que tengo para esta semana, ella viendo el telediario. De repente me surge una duda vital y profesional, decido comentárselo a mi chica, confío en su criterio:
- Vidina, escúchame atentamente que tengo que consultarte una decisión.
- Dime, dime.
- Mira, el martes empiezan unas jornadas muy importantes para mí. Tengo que desplazarme y en ese mismo horario tiene que desplazarse, desde el aeropuerto una de las personas principales de las jornadas. Bien, la van a ir a buscar y yo puedo hacer dos cosas: 1- ir a lo cómodo y feliz, irme a mi bola, pasar de todo y no hacer ni el más mínimo esfuerzo. 2- ofrecerme para aprovechar mi viaje, ir yo a recogerla al aeropuerto, llevarla a las jornadas, hacerle ese favor a la que iba a buscarla, quedar como una reina delante de todo el mundo y encima "intimar" más con esta gran pope; vamos, ser un poco zorra, en definitiva.
- Sé zorra, cariño, sé zorra. He dicho, zorra, amor, ... no zorrón ¿eh?
Seguir adelante...
Hace 5 años
7 comentarios:
jajajajaja, la zorra es mucho más linda ¡Dónde va a parar!
eso te lo ha dicho una' sesina!
jajajajajajaajajajajajaa, ole por bulerías!
No es ser zorrita, es ser lista y aprovechar las oportunidades. ¿Por qué no?
Claroooo, si no hay nada como entenderse.....Es lo que tiene el lenguaje, je.
Muy bien por tu vidina, que no deja cabos sueltos, ¡jajaja!
;)
Además, que sí, que hay que saber aprovechar los trenes que pasan.
Besucos
jajajajajaja pos claro!!!
Besos
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