María era una mujer que, en sus propias palabras, "movía la Giralda con un golpe de cadera".
María se fue hace dos días, decidió que ya estaba bien de suplicios médicos y se fue como vivió, sin hacer ruido, sin molestar a nadie.
María es una mujer sencilla, que ha trabajado toda su vida "sirviendo" a gente más rica que ella, que tiene las manos encallecidas del trabajo duro y los avatares de la vida.
María tiene unos ojos preciosos de mirada limpia.
María, cuando te sonríe, te da luz y tranquilidad.
María es pasado porque su cuerpo-carcasa ya no dio para más, pero es presente porque sigue rondando con su gracia y con su humanidad y es futuro porque seguirá viva siempre.
María se fue entre cariño, el mismo cariño que ella regalaba a raudales.
María era, ante todo, una bella mujer, siempre dedicada a hacer la vida más fácil a su entorno.
Ahora, María está descansando, tranquila y estoy segura de que seguirá siendo la alegría y la humanidad allá donde esté.
María deja mucho y muy bueno sobre la tierra, una hija que, como ella, es una bellísima persona y que facilita la vida a quienes tenemos el lujo de estar con ella.
Hoy, aunque triste, sé que María me quiso. Por eso, gracias María.
Mi voz, mi decisión
Hace 6 meses
20 comentarios:
Me has hecho soltar lagrimillas Marcela, gracias por hablarnos de María.
Un fuerte abrazo
Vaya... Lo siento, Marcelilla.
Ojalá que todos dejáramos una huella tan bella como la de María a nuestro paso por el mundo.
Un beso
Si era capaz de "tumbar la Giaralda a golpe de cadera" no me cabe duda que pululará esparciendo vida. Así son los grandes seres.
Cómo duele cuando se van personas tan hermosas. Lo siento Marcela...
Un abrazo.
María movía la Giralda
con un solo golpe de cadera,
dama de mirada limpia
de sentir amable
y de palabra sincera.
Regalo en vida recibido,
suerte de estar a su vera
sencilla alegría en los ojos
humana, gentil, verdadera.
Un abrazo grande grande
Me uno al poema de Gutapercha y a su abrazo...
cuánto lo siento, Marcela... ¿es Maria esa "otra madre" que te mandó la tuya para enviarte un cariño y que os dió un susto en fin de año?
un beso y abrazo emocionado
Vaya. Lo siento Marcela.
Bonito homenaje a María, has conseguido que el día contenga el silencio de su partida.
Un abrazo fuerte.
De María nunca olvidaré su simpatía, la sencillez de su vida, la frescura de sus recuerdos y sus ojos... esa mirada limpia y azul que se clava en mi alma para siempre.
Una gran mujer, una gran persona, una hermosa MADRE...
Por una mujer buena que hizo en vida el mejor trabajo y que se marchó discretamente cuando llegó su momento. Un abrazo fuerte para las dos.
Cuanto lo siento Marcela. Me he acordado una vez mas de mi querida madre q tb se fue como vuestra Maria. Como duelen esas perdidas de mujeres increibles e imptes en nuestra vida.
Un besazo.
MRosa
lo siento, ánimo
Hay veces que no hay palabras, esta es una de ellas. Lo siento.
besos
Mi abuela está malita y me ha emocionado este post más de lo acostumbrado. Cuánto amor se llevó María..
besos y un abrazo fuerte
Gracias a todas, los ánimos y palabras que escribís también los lee la hija de María, por eso os lo agradezco especialmente, porque ella necesita ahora todo el cariño y toda la compañía posible.
La vida cotidiana nos obliga, y eso es bueno, a reaccionar, pero la pena está dentro, muy honda, haciendo revivir otros momentos parecidos. Un beso, chicas.
Un abrazo cálido e intenso desde mi alma para la hija de María y para ti, preciosa... Que el amor os proteja. La serenidad llegará y tendrá su nombre: María.
Qué pedazo de mujer se llevan los que viven en ese otro lado! Qué suerte y qué envidia dan! Un abrazo enorme para ti, para María y para su hija.
Estas Navidades te mandé un mensaje pero el "ciberdespacio" lo debió perder por no se sabe dónde. Compruebo ahora que el susto que te dejó sin uvas tuvo consecuencias muy dolorosas. ¡Cuánto lo siento querida Marcela!. Un abrazo y todo mi cariño.
Un abrazo con mimo reparador os mando compañera, a ver si os llega.
Besos.Lenteja
Que pena, un fuerte abrazo a la hija de maría. Ya se que es imposible llenar el hueco de una mujer tan increible, que mueve la giralda con un golpe de cadera, pero por suerte ahí estas tu, mas alta que la giralda, para sostenerla.
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