No tengo el chichi pa farolillos

Iba a escribir una felicitación al uso para estos días, pero al ir a poner el título se me vinieron a la mente las reclusas de Villabona, la gente en el paro mientras los empresarios conservan sus chalets con piscina, los comedores sociales, la gente dependiente sin ayuda, la soledad de ancianos y ancianas, las mesas sin nada especial para hoy...y me he pillado un rebote interno.
Inmediatamente, he visualizado sotanas que sermonean desde el poder y el dinero, políticos que cobran dietas estratosféricas, pijos que caminan de puntillas para que no les salpique la mierda, nobleza que insulta a la clase trabajadora, machistas asquerosos que hoy cenarán como reyes porque su mujer se sorbe las lágrimas del último maltrato mientras cocina, pederastas que merecen lo peor...y me he pillado más rebote aun.
Y, de repente, apareciste tú, mamá, con esa sonrisa de "ya vale, Marcelilla, ya vale, no nos agües la fiesta" y te miré y se me llenaron los ojos de las lágrimas que sigo soltando por ti, madre. Pero, no, no quiero aguar ninguna fiesta, tienes razón.
Hoy disfrutaré de mi familia, a pesar de tu ausencia, me reiré e incluso haré algo el tonto, como todos los años, pero que sepas, mamá, que no puedo mandar felicidad para todo el mundo, porque no todo el mundo la merece. Así que, paso de celebrar nada religioso y levanto mi barricada en mitad de la calle.
A vosotras, blogueras, sí que os deseo felices fiestas, os hago sitio en la barricada para seguir resistiendo y luchando por un mundo mejor, más igualitario y más feliz.
PD: disculpad, pero es lo que me sale hoy.