Pues sí, un frenesí que te mantiene en movimiento. Hay temporadas de calma, de disfrutar del paisaje en el que se vive y en el que se transita, de metas claras y a la vista, de rectas y de sosiego. Incluso, en estas temporadas, puede hasta aparecer cierto aburrimiento.
Hay otras temporadas en que el camino se te tuerce y no sabes en qué momento ha empezado a enredarse. Todas las rectas se mezclan para formar una maraña por la que es difícil encontrar la dirección adecuada. Son momentos de decidir y de ponerte seria ante los cruces y ante las idas y venidas.
Y luego, están los días de subidas y bajadas, de un pasito palante, María, un pasito patrás. De ayayayayay, qué gozada, y de ayayayay qué miedín. De jajaja y caricias y de ufffffffff y respirar hondo. De "qué ganas de comerte a besos" y de "qué ganas de comerte a besos".
Y en cada momento de la vida, lo importante es tener a tu gente cerca, y hacer lo posible para que la montaña rusa termine, después de subidas y bajadas, con la alegría de haber vivido a tope y las ganas de sacar más billetes para otros viajes.
16 comentarios:
Y luego -mucho más tarde- llega un día en el que de pronto te encuentras las ojeras hasta el culo con tantas curvas, encrucijadas y montañas rusas y te quieres volver eremita durante una buena temporada, prorrogable. Y le haces unas cuantas prórrogas.
Te reconozco en ese texto, como si lo hubiera escrito yo.
A mi también me suena... por experiencia...
pancha¡¡¡ sobreviví al ataque de la mermelada de vuestra ensalada asesina¡¡¡vaya tutu¡¡¡
prestome mucho vete, aunque no pudiéramos falar na¡¡¡
besinos¡¡¡
Qué bien lo has dicho. Sentir que has vivido a tope y que a pesar de las idas y venidas tienes ganas de continuar haciéndolo de la misma manera, no tiene precio. Aunque suene a anuncio televisivo...
Un abrazo.
Pues yo después de algunas montañas rusas pedía de rodillas un poquito de rutina... hoy en día el paisaje y el camino están muy bien y espero que duren... no tengo ganas de volver al terreno complicado.
Me encantan las entradas tan optimistas...imagino que hay cosas que se aprenen con el tiempo.
A mí aún me siguen dando mareos y algo de pavor las montañas rusas, pero quién sabe , quizás hasta me acostumbre ¿no?
¡Me ha encantado el post! Y pase lo que pase... vivir la vida con una sonrisa.
Candela, lo de eremita me lo estoy pensando ahora mismo, creo que me vendría bien retirarme un poco del mundanal ruido y no volver a subir en la montaña rusa, quiero algo de tranquilidad.
Yosu, aunque no hablamos casi me prestó mucho verte, pancha.
Glora, aunque tenga ganas de seguir intentando las relaciones, creo que me vendrá bien un retiro.
Pena, el terreno complicado no me gusta, pido un terreno fácil, amable y tranquilo, pero la vida no me deja ¿o no me dejo yo?
Mam, no te creas que tan optimista, más bien es un deseo de querer seguir intentándolo, porque si fuera por la suerte que tengo ahora mismo me volvía eremita, como dice Candela.
María, eso intento, sacar la sonrisa.
Marcelilla, que bien volverte a ver por aquí. No creo que sea cuestión de que te apartes, a lo mejor es mejor que dejes a un lado las montañas rusas, autopistas, autovías y vías rápidas y elijas las carreteras comarcales y rutas de senderismo,....suelen ser más tranquilas. Ah! y por supuesto nunca utilices Tom Tom a veces es mejor perderse.
Besinos
Un subebajavoyyvengo,vamos un sin vivir emocionante por otra parte.
Me consta (vaya usted a saber por qué) que te ponen los retos...a sí pues...
Tener gente cerca o encima ;) Ejem.
Yo estoy como pa añerar todo el invierno, que entre el frío y este caracter que tengo... en fin, que lo de las montañas rusas lo dejo para el verano que además de disfrutar del viaje nos ponemos morenitas y todo.
Quizá sea el momento adecuado de un "viaje interior". Ese tiene de todo: rectas, curvas, precipicios, caminos sinuosos. Un respiro para dar un nuevo impulso, siempre hacia adelante.
Lo de seguir intentándolo va con la naturaleza de personas que se niegan a la resignación...o que saben de qué son capaces. A mí, me pasa.
Un beso.)
Pues sí, Marcelilla. Lo más importante, a pesar de las subidas y bajadas y los ires y venires, es no perder el norte. Ni a la gente que nos importa.
Besos, hermosa.
:)
pues de anonimo nada pero...es que no me acuerdo de la cuentiquina de google....soy la guajuca que te los echa pequeños....jajajajaja
oye marcela...
¿donde ta la atracción nueva que yo no la encuentro y siempre voy a la misma ventanilla y siempre me da el mismo mal rollo cuando estoy arriba del todo en la Noria....?...
Pdta: que pasa con nuestro blog de literatura popular y refranero nacional adaptado....
jajajaj
un besin a ti y a toda la buena gente de este ciberlugar
hola marcelilla... se te nota inmersa en una vorágine emocional... eso es síntoma de que estás viva!!!!!
Los caminos que todavía nos quedan por recorrer son los más interesantes... no lo olvides!!!
Lástima que no estuviste en Graná... se te echó de menos!! jajajaja
En breve, colgaré mi crónica.
Abracines salinos y violetas
Lo malo de la montaña rusa es que no puedes pararte a mirar el paisaje que te rodea, tan necesario a veces...los demás caminos también tienen su encanto.
;)
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