1. adj. Falta de naturalidad, afectadamente refinada.
2. adj. Elegante, refinada.
3. adj. Dicho de un sistema o de un mecanismo: Técnicamente complejo o avanzado.
2. adj. Elegante, refinada.
3. adj. Dicho de un sistema o de un mecanismo: Técnicamente complejo o avanzado.
Si hay algo que me define, creo, es la falta de sofisticación. En muchas ocasiones, digo que soy más simple que el rabo de un cerdo, pero hay días en los que hasta el rabo del cerdo me parece sofisticado para mí.
A pesar de ser profe de secundaria, soy muy primaria, busco difrutes sencillos, soy feliz descansando, procuro comer cuando tengo hambre y dormir cuando tengo sueño y mi horario lo permite, me salto normas y reglas e, incluso, a veces, soy algo ilegal.
Voy a mi bola, a lo mío y tanto es así que puedo ir para clase en mitad del recreo porque se me ha ocurrido que tengo que decirles algo urgentemente, sin esperar a que los timbres y la sociedad me marquen cuándo tengo que hablar con mi alumnado. Y prefiero llegar tardísimo a la clase siguiente porque estoy escuchando a una madre, que cortar lo que me dice porque tengo que cumplir las normas del centro.
Y todo esto me hace parecer original, pero no sofisticada. Creo que quiero ser sofisticada, muy sofisticada ¿o no?
Bueno, que quiero ser como la de la foto que os pongo, pero para mi desgracia ahora ya ni siquiera fumo, no tengo remedio, la sofisticación no es lo mío, seguiré como el rabo de un cerdo.
14 comentarios:
Dentro del colectivo de los cerdos y las cerdas, o las cerdas y los cerdos, hay sofisticación. No es lo mismo ser el rabo de cualquier cerdo corriente a ser el rabo de un cerdo ibérico criado a base de bellotas en la dehesa. El destino de ambos será el mismo, el matadero. Sin embargo, el modus vivendi es muy distinto. ¿Con cuál te quedas?
Me he sumado a la campaña de poner velas para Morgana, espero que pronto tenga reultados positivos.
cariña... tú no puedes ser sofisticada aunque te lo propongas!! tú eres hermosamente sencilla. Por eso gustas tanto a tus fieles seguidoras blogueras, jajaja
voy a cambiar el cuento: "antes muerta, que sofisticada"
besitos salinos
Mujer, en nada llega el carnaval y puedes, si quieres, probar a disfrazarte de mujer sofisticada.
;)
A mí me gustas, como eres!
Besos.
¿pero tú quieres ser como esa? con esas uñas que no le dejarán hacer nada, ni teclear, ni pulsar un botón de la cámara... quizás hasta arañen cuando quieran acariciar, y ese velo, lavín! que cosa más incómoda... ¿cuándo podremos las mujeres ser mujeres y punto?
Ay!! Cuña!!... pero que dices, insensata!!
Del cerdo/gochu, hasta los andares, ya sabes.
¿Que ibas a hacer tú con semejante aspecto? ¿Quien seria la valiente que te abordaría? Además, imagínate que salimos por ahí y nos encontramos a esa señora… yo no me atrevería ni a tocarla con el palo de una escoba, no hija, noooo!!!
Tas mu bien como estas. No me cambies, ¡¡¡¡no me cambies!!!!
(No funciona el teclado a la hora de acentuar, te aviso para que no pienses que te estoy llamando pieza de madera o de metal terminada en ángulo diedro muy agudo que sirve para hender o dividir cuerpos sólidos, para ajustar o apretar uno con otro, para calzarlos o para llenar alguna raja o hueco… a veces tanta explicación no es sana).
Muchos besos.
Mira, suscribo el comentario de errante, porque es justo lo que he pensado al ver esa foto.
Las mujeres sofisticadas son, en su mayoría, cautivas de unas normas impuestas por los hombres. No hay más que ver la ropa y los zapatos que se fabrican para ellos (siempre cómodos y elegantes), y lo que se fabrica para nosotras (trajes y calzado que son una auténtica tortura).
Firmado: otra insofisticada.
:P
Eso sí, sigue con tu originalidad, Marcelilla.
Besotes
espero que no se me entienda mal, que ni jarta de gaseosa me subiría a uno tacones ni me pondría ese velo, que además seguro que me lío el pitillo con el velo, el velo con las uñas, las uñas con las pestañas y acabo hecha un verdadero cristo, que me conozco. Sólo que veo las cosas tan sencillas, a veces, y las estructuras no me dejan comportarme saliéndome de la norma, que me dio por pensar si no será que no soy sencilla, sino simple, que es algo completamente diferente, en fin, que a mí las normas y los reglamentos me limitan demasiado y no les veo mucho sentido en muchas ocasiones. Por eso, decidí ayer que sería un objeto sofisticado...pero teníais que ver las pintas con las que me levanté hoy, ejem.
Ah, se me olvidaba, siempre anónima, me pido el cerdo hampshire, que se me da un aire a vaca y eso me es más familiar, ajajajaaa.
ojalá la tutora de mi hijo se pareciera en algo a ti.......menos mal que en el gremio siguen existiendo personas como tu.
enhorabuena
Abdomen: terso, completo, con la parte de abajo recta, posee doce tetas como mínimo
¿Tu elección se ha basado en esto?
Que digo yo, Marcelilla de mis entretelas, después de haber leído los dos post, uno detrás de otro, que las normas de tu instituto, y del mío, y de todos los institutos que conozco no se ajustan en absoluto a ninguna de las acepciones de la palabra; que son rígidas, absurdas y desnaturalizadas. Que yo, a ti, jamás te veré en ese plan de sofisticación, pero que , aparte de una profesional como la copa de un pino (canario), lo que más te define, y lo que te definió en las dos anecdotas que cientas, es otra palabra: elegancia.
Pues, sofisticación al poder, si es lo que quieres, (que ya sé que no) ;)
En tó los blogs a los que voy me encuentro a dintel la última, oye... hay que vé... jajajaj
Creo que he entendido tu post, nosotras, géminis, casi siempre incomprendidas, somos felices con la sencillez de cualquier cosa... por eso nos consideramos simples... La cosa está en que nos gusta hacer muchas cualquierascosas (al mismo tiempo)Tú me entiende, no?
Muasss guapa
Pues a mí me parece que estás muy bien así... y te hablo de rabo de cerdo a rabo de cerdo jajajajaja
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