martes, noviembre 6

BATIBURRILLO
Qué palabra tan graciosa, y resulta que dice el diccionario que es sinónimo de "baturrillo", con lo que suena esta nueva a "baturro chiquitín" o algo así ¿no? Bueno, pues elijo al baturro pequeño para este post, porque tengo el cerebro como el propio título reza. Así que, que vayan saliendo como les dé la gana, le doy libertad al cerebro:
- Hoy me encuentro guapa porque corté el pelo.
- Sigo baja (de estatura también, ya lo sé), pero no tanto.
- Empiezo a entender algo de mi nuevo trabajo, pero no mucho.
- Ya no me encuentro tan cansada como hace unos días.
- Mis compis del antiguo trabajo son geniales y hoy estuve como en casa al verl@s.
- Cuando las barbas de tu vecino... ¿Ehhh, qué carajo pinta este refrán aquí?
- No empezó el frío y ya tengo anginas.
- Me gusta hacer excursiones por los blogs de amigas y ver que unas estrenan amor, otras estrenan profesión, otras estrenan obra de teatro, otras estrenan nuevas tecnologías, otras "entrenan" la mirada lila en las películas y yo no estreno nada.
- Y por último, y no por ello menos importante: Nunca llovió que no escampara. Y este refrán no se me coló, que lo pensé y todo.

10 comentarios:

Morgana dijo...

jajajaja por fin estás de vuelta, cuánto me alegro!

Eso... nunca llovió que no escampara...

Besos!!

Lena de mar dijo...

jajaja... y como dice el gran Manolo García (ex-El último de la Fila)... nunca el tiempo es perdido y dicen que el(la) que canta su mal espanta!!!
o sea, que siempre te quedará cantar un ratito...
(no pierdes nada...)

Saludos desde mi isla

Ripley dijo...

A mi me ha encantado el batubirrillo, quizás porque yo también vivo ahora dentro de uno pero leer el tuyo me ha sacado una sonrisa. un besazo.

Mari Triqui dijo...

Eso, guapetona!, que la marea siempre vuelve a subir...
Oye, ¿no será que tienes el hierro un poco bajo?, yo tengo casi todos esos síntomas cuando me pasa...
Un abrazo fuerte y cuídate muchísimo!

Anónimo dijo...

¡Vaya mezcla, revoltijo, embarullamiento, mezcolanza, embrollo, cóctel, popurrí, revoltillo, amasijo, frangollo o ensalada mental que te invade! Respira hondo y relájate.
Oye, lo de las barbas de tu vecino, ¿habrá sido un lapsus? ¿Te habrá traicionado tu subconsciente? Eso habría que psicoanalizarlo.

Marcela dijo...

Morgana, más que de vuelta, estoy volviendo en mí, que es diferente, pero lleva al mismo sitio, a la marcela de siempre.
lena de mar, gracias por visitarme, seas bienvenida.
Ripley, qué bien arrancarte una sonrisa, esto del batiburrillo empiezo a pensar que es como lo de las hojas, típico del otoño.
Glora, no creas que no lo pensé, maja, que ando yo muy decaida y con pocas energías, tendré que hacer un análisis de esos,a ver si paso la ITV corporal.
Anónima persistente, los sinónimos me encantaron, me quedo con "frangollo" que me suena genial, lo de las barbas espero que no signifique nada, la verdad.

Mármara dijo...

Apoyo la moción: el batiburrillo mental es inherente al otoño, como las hojas y asumo el final, "Nunca llovió que no escampara". Y añado, que hace mucho tiempo que no lo incluía en mis comentarios, "El (la) que sea feo (a) que haga los recaos de noche", que no sé a qué viene aquí y ahora, pero que como mi batiburrillo mental también es de proporciones considerables (a causa de la sobrestimulación y la sobrecarga cognitiva), a mí qué me preguntas, maja.

Marcela dijo...

Jajjaja, marmarita, si es que tienes razón en lo de los recaos, majaaaaaa.

Anónimo dijo...

El frangollo es un postre cuyos ingredientes son: leche, harina de millo, limón, huevos, azúcar, mantequilla, pasas y almendras. Ummmmmmmm, rico, rico y no engorda nada si quemas las calorías ingeridas haciendo ejercicio físico.
Tengo la impresión de que finalizó ese mal día, espero que no fuese importante lo que estropeó ese jueves.
El corte de pelo te favorece

Antonio Ruiz Bonilla dijo...

Yo no soy tu amiga, acabo de llegar y tampoco soy mujer, pero tengo un blog que recibe con alborozo a todas las excursionistas, sobre todo a las que hacen tiempo que no estrenan nada (puedes estrenar mi blog). Es broma. Un saludo