Si tuviera que definir mi vida de estos últimos meses, la palabra sería "movimiento". Yo, que vivo encantada tirada en un sillón, me veo durmiendo casi cada noche en un lugar diferente, con gente diversa alrededor y sin saber muy bien qué es eso de las raíces.
Me gusta el movimiento, pero he decidido parar un poco, establecerme durante un tiempo en ese sur que me atrapa y solamente aceptar aquellas propuestas de trabajo que realmente me apetezcan, tengo la suerte de poder elegir, ahora sí que puedo hacerlo.
Este fin de semana pasado estuve en Málaga, en el Forum Feminista y me sentí en casa, no conocía a nadie pero a los dos minutos de encontrarme con mis anfitrionas, me di cuenta de que mi patria es el feminismo y si es bollo, ya es el colmo.
Me vienen a recoger a la estación, me suben a un coche con el arco iris en el volante, encuentro una pluma (de las de verdad) en el asiento del coche, la primera calle a la que me llevan se llama "Conejito de Málaga", respiro hondo y me siento en casa ¿cómo no?
Y después de muchas charlas, de anécdotas, de trabajo, de comida y risas, se me acerca una chica y me dice muy seria: "A mí es que me falta mi verdadera revolución personal" y yo pensé que se refería a que no tenía todavía interiorizado el feminismo, pero antes de que yo pudiera decir algo, me suelta "Es que todavía soy heterosexual". Las carcajadas de las dos, todavía están resonando por Málaga.
Me sentí querida y escuchada, como me pasa siempre últimamente, y sé que soy una privilegiada y que, aunque a veces el cansancio me puede, este es el tipo de vida que me gusta.
Málaga me ha permitido aprender mucho, gracias boqueronas, qué placer. Y, aprovechando, os informo de una acción preciosa que se está organizando para el 10 de febrero, todas a la calle, todas a las barricadas:
http://www.movimientosdegenero.com/activismo/marea-violeta-un-movimiento-ante-los-recortes-en-igualdad
Me gusta el movimiento, pero he decidido parar un poco, establecerme durante un tiempo en ese sur que me atrapa y solamente aceptar aquellas propuestas de trabajo que realmente me apetezcan, tengo la suerte de poder elegir, ahora sí que puedo hacerlo.
Este fin de semana pasado estuve en Málaga, en el Forum Feminista y me sentí en casa, no conocía a nadie pero a los dos minutos de encontrarme con mis anfitrionas, me di cuenta de que mi patria es el feminismo y si es bollo, ya es el colmo.
Me vienen a recoger a la estación, me suben a un coche con el arco iris en el volante, encuentro una pluma (de las de verdad) en el asiento del coche, la primera calle a la que me llevan se llama "Conejito de Málaga", respiro hondo y me siento en casa ¿cómo no?
Y después de muchas charlas, de anécdotas, de trabajo, de comida y risas, se me acerca una chica y me dice muy seria: "A mí es que me falta mi verdadera revolución personal" y yo pensé que se refería a que no tenía todavía interiorizado el feminismo, pero antes de que yo pudiera decir algo, me suelta "Es que todavía soy heterosexual". Las carcajadas de las dos, todavía están resonando por Málaga.
Me sentí querida y escuchada, como me pasa siempre últimamente, y sé que soy una privilegiada y que, aunque a veces el cansancio me puede, este es el tipo de vida que me gusta.
Málaga me ha permitido aprender mucho, gracias boqueronas, qué placer. Y, aprovechando, os informo de una acción preciosa que se está organizando para el 10 de febrero, todas a la calle, todas a las barricadas:
http://www.movimientosdegenero.com/activismo/marea-violeta-un-movimiento-ante-los-recortes-en-igualdad
