lunes, enero 21

Cuando me empeño en algo

He dedicado estos días a reflexionar, mientras la hinchazón de mi cara iba bajando. He visto claramente que me aventuré en exceso con mi universitaria, incluso alguien me ha señalado que quizá ni siquiera me miró la joven en cuestión. He llegado a la conclusión de que, para poder vivir mi The B word particular, he de ir con más cuidado y, además, tengo que buscar un bar de referencia.
Es imprescindible que tenga un bar en el que quedar con todas, en el que ligar, en el que llevar a los mejores grupos del momento, en el que drogarnos hasta caer exhaustas unas en brazos de las otras, en el que…para, para Marcelilla, que de nuevo te lanzas sin pensar y sin tener en cuenta dónde estás. Bien, dando por hecho que necesito un bar, he empezado a mirar poco a poco por mis alrededores y he visto algo que podría funcionar: la cafetería del Corte Inglés.
Y ahora que tengo local de encuentro, discreto a la par que céntrico y visitado. Tendré que ponerme con el tema de buscar esa pandilla que me proteja, me mime, me quiera, me riña, me folle, me joda viva, me robe la novia, me ayude a hacer los más imbéciles actos de romanticismo, a acojan en su seno cuando lleve más hostias y, además, sean todas igual de glamurosas que yo. Tengo que encontrar una Bette, una amiga seria, responsable, fría, controladora…creo que la tengo. Una Shane no hace falta porque me la pido para mí. Una Alice, medio tonta a veces, medio lista otras, en las nubes, desesperante y graciosa al mismo tiempo…ayyyyy, que sí, que sí, que la tengo también. Una Tina, hetero-lesbi según el día, marujilla tirando a Doris Day, sosa como la dieta de un hipertenso…nada, esta la pido de catálogo, que no la tengo. Una Kit, hetero con tendencia al alcohol, que mete a su novio en la panda a la fuerza, artista y sosaina…otra para pedir. Y una escritora medio lela, que aburra hasta a las piedras, la típica que cuando ella habla las demás hacen zapping en la vida real, una petarda con ganas de fastidiar al prójimo, insegura, borde…la tengo, por Tutatis que a esta sí que la conozco.
Y bien ¿qué más me queda?
Cuánto trabajo aún para poder tener una vida como la tele manda, cuánto sacrificio para follar en todos los episodios de mi vida, cuánto afán por vivir esa vida de amor, sexo y desenfreno. Ayudaaaaaaa.
PD: Acabo de volver del Corte Inglés, les he preguntado si estarían interesados en ser el local social de una pandilla de lesbianas de la ciudad y comarca, todas bollos perdidas y con tendencia al alcohol y la promiscuidad. Que la cafetería nos serviría para hablar a voz en grito de nuestros problemas y nuestros ligues y que, además, usaríamos el mayor espacio posible con nuestro histriónico lesbianismo. Y me han dicho que no, qué gente.

12 comentarios:

Anónimo dijo...

Te sigo siguiendo ;)

Besos bollito!

Marcela dijo...

Yo también te sigo, bollito.

Ripley dijo...

¿ qué tal esa carita? ays, qué bueno tu relato del post anterior...bueno, tu sigue buscando bar y luego hacemos casting L para el Norte. besito

Luna Carmesi dijo...

Tambien esta la salida de dedicarse al mundo de la restauracion y tener tu propio local... despues tu propia cadena... etc
;-)

Recomendación:
Tipping the Velvet.
Miniserie de la BBC que transcurre en la epoca victoriana... quizas un pelin menos torrida que L, pero de lo mejor en calidad filmica.

Un abrazo.

Marcela dijo...

Luna, es muy buena serie la que me indicas, ya la vi el año pasado, además está basada en un excelente libro: "El lustre de la perla", que es una joya lésbica bastante más tórrida que la serie.
Pauline, estoy en la búsqueda de local social, ya te avisaré, jajajaaaa.

Mármara dijo...

Pero, vamos a ver, ¿qué coño te falta a ti? Si ya lo tienes todo, local de encuentro incluido (a "EL Corte Inglés" no hay que pedirle permiso, se toma al asalto, y punto). Lo único, tener un poquitín más de cuidadín y no jugártela a la primera de cambio, que me vas medio dormida en el ALSA y luego te pasa lo que te pasa.
Más difícil lo tengo yo, que hasta se me ha suicidado Ojos Verdes y ya ni puedo sufrir por ella, como es menester, pero tú...
Ahora bien, que no me entere yo que te das a las drogas, el juego y el alcohol, ¿eh?, que yo no voy a verte al talego. Advertida quedas.

Marcela dijo...

Jjajajjaaa, Marmarita, creo que tienes razón, abandono mi deseo de crear The B word, creo que formaré una familia alternativa, me casaré como el gobierno manda y sentaré la cabezona después de tantos años. El alcohol y la droga ni los miento, que ya no tiene una cuerpo para nada. El sexo será lo único que siga en mi placentera vida.

Blasfuemia dijo...

Mujer, la idea es buena pero ¿la cafetería del Corte Inglés?

Mármara dijo...

No jodas. Ni tanto ni tan calvo, ¿eh?, guapina. ¿Tantos años de militancia, para caer de bruces en el sistema por culpa de Helena Peabody? Anda, anda.

Anónimo dijo...

Esa Cafetería va a ser que no, que las susodichas "B" word están demasiado absstraídas y exhaustas en su mundo de estrechas miras y amplios regueros de pijerío sosaina... Creo que mejor sería abrir una cafetería de blogueras "B" word con mucho arte, responsables, divertidas, algo lokas también y mucho humor ¿te animas?...
Gracias por las risas que provocas con tu natural ironía.
Besitossss multicolores ;-)

Marcela dijo...

Milagros, vaya que si me apunto; si es que todo lo que sea agrupémonos todas en la lucha final es lo mío, jajajaaaa. Gracias a ti por leer este blog algo loco.
Blau, si es que soy más de pueblo que las amapolas.
Marmarita, sabes que soy mujer de extremos, jajjaaaa.

Sandra Sánchez dijo...

Jo, y yo pensando que era la única "entendida" del Paraíso Natural...
A mí tambié me encanta "L",hace tiempo que no la veo pero tengo en el ordenata hasta la 3ªtemporada así que espero retomarlo.
Oye no sé a qué Corte Ingles te refieres pero si me pilla cerca avisa que yo también quierooooooo jaja...