miércoles, noviembre 28

MANIFIESTO 25N
25 de noviembre de 2007

Demanda de las mujeres del siglo XXI Nosotras, mujeres del siglo XXI representándonos a nosotras mismas y a nuestras antecesoras, formulamos demanda de juicio ordinario sobre la reclamación de daños, muertes y perjuicios derivados de los abusos a los que hemos sido sometidas durante siglos:
Primero: Por el maltrato de las madres en el parto y por la utilización que de nosotras hace la industria farmacéutica y la medicalización de los procesos naturales en las distintas etapas de nuestras vidas, deviniendo en la usurpación de nuestro poder de decisión sobre nuestros cuerpos y nuestras vidas.
Segundo: Por las violaciones de niñas y mujeres en la familia. Por la utilización de las mujeres en contextos bélicos como arma de guerra mediante la violación sistemática o como escudos humanos. Por las violaciones de niñas y mujeres en tiempos de paz.
Tercero: Por la trata de niñas y por la trata de mujeres.
Cuarto: Por el desarrollismo desmedido de las políticas neoliberales que, mientras destruye el planeta, dificulta la vida y empobrece más a las mujeres más desfavorecidas.
Quinto: Por la patronal que nos paga por igual trabajo menos salario. Por el acoso laboral y por los empresarios que nos despiden. Por la patronal que deslocaliza y explota a mujeres y tierras extranjeras. Y por los gobiernos que sonríen a esas patronales.
También formulamos demanda de juicio ordinario sobre la reclamación de daños, muertes y perjuicios derivados de los abusos a los que hemos sido sometidas durante siglos por:
Sexto: seguir negando la libre expresión de la sexualidad de las mujeres y mantener la heterosexualidad como única manifestación de nuestros deseos, que las religiones bendicen con el único objetivo de la reproducción y el placer masculino.
Séptimo: Por la investigación que ignora nuestras diferencias y nuestras dolencias y por la ciencia que inventa enfermedades y luego nos acaba enfermando con sus medicamentos. Y por los gobiernos que sonríen y pagan a esa ciencia.
Octavo: por el acoso en la calle, los gritos, los insultos y los ninguneos de aquellos que creyéndose dioses nacieron porque nosotras quisimos darles la vida.
Noveno: por los medios de comunicación patriarcales que nos muestran como bello ganado o como ganado despiezado. Y por quienes los aplauden.
Décimo: Por los paternalismos y los cinismos que junto con quienes nos consideran propiedad de uso hacen que día a día, hora a hora y minuto a minuto vaya creciendo el número de mujeres maltratadas y asesinadas.
Por estos diez delitos, nosotras, mujeres feministas, exigimos responsabilidad e implicación social para erradicarlos y que los culpables sean condenados.
¡¡ no más machismos !!
Coordinadora Feminista de Asturias
PD: Agradezco a las feministas asturianas que me hayan hecho llegar este manifiesto que publico con la intención de difundir el mensaje.

lunes, noviembre 19

UNA PARÁBOLA

Pues sí, hermanas, hoy os quiero contar una parábola...ayyyyy, joer, que se me pegó el tono COPE al escribir la palabra parábola y no va por ahí el tema. Además, es imposible que vaya por ahí porque de pequeña, que fue cuando me obligaron a ir a misa, odiaba las parábolas y no siempre las entendía (casi nunca, más bien); de hecho, siempre pensé que el hijo pródigo tenía una jeta como un campanu, que después de fundirse las pelas de juerga vuelve a casa de papá a que lo cuiden. Vamos que yo elegía al pródigo y no al tonto el haba que se quedó currando para nada.
Pero no, que no era de eso de lo que quería escribir; os quería contar un "cuento" o parábola que leí el otro día y que me gustó como mujer, feminista y docente, o como feminista, mujer y docente o como...ya, ya, marcelilla, hija que te lías.
Hete aquí la parábola ya, al fin (escrita con todos los cambios que me da la gana, que para eso el blog es mío):
Estaba una vez una mujer paseando y vio que toda la playa estaba llena de estrellas de mar moribundas sobre la arena, las había traído una fuerte marea y no podían volver al agua. Al fijarse bien, vio cómo una joven estaba recogiendo una a una las estrellas y las lanzaba al mar para salvarlas. Se le acercó y le dijo: "¿Para qué haces eso? ¿no ves que es inútil tu labor con todas las que hay sobre la arena? No vale de nada lo que haces porque nunca lograrás salvar a todas". La chica joven se agachó, recogió otra estrella, la lanzó al agua con suavidad y, volviéndose a la mujer, le dijo: "A esa sí le sirvió".

viernes, noviembre 16

FUERA DE LUGAR


A veces pasa, todo el mundo hacia un lado y tú para el otro; todo el mundo moreno, tú blanquecino tipo leche asturiana; todo el mundo camina, tú te paras; nadie mira, tú observas; todos del mismo sitio, tú de fuera; nadie en pantalón corto, tú en bermudas, toda la gente charlando, tú en silencio.
Que no es que me pase a mí ahora, pero si me pongo a pensar en más de una ocasión en mi vida me he sentido fuera de lugar, con lo bueno que es encontrar tu lugar en el mundo ¿verdad?
PD: la foto está sacada este septiembre en el Zócalo de Oaxaca.

martes, noviembre 13

SILENCIO
Llevo ya unas cuantas semanas en las que no hablo mucho, en las que tengo mucho silencio alrededor, siempre que puedo.
No quiero decir que no diga nada en todo el día, mi trabajo y el trato social no me lo permiten, pero sí que hablo lo menos posible y que me doy una cierta cura de silencio cuando estoy sola.
Y me gusta, creo que el silencio me ha hecho escuchar más lo que se dice, me da la oportunidad de no saltar a la primera de cambio, reflexionar más, entrar en acción pero no reaccionar. Me está permitiendo, también, escucharme más a mí, lo que quiero, lo que siento, lo que pienso, a lo que aspiro, lo que creo que podría cambiar de mí misma, lo que opino que debo mantener,...
Cuando el silencio es impuesto, es una forma de maltrato, generalmente, pero cuando el silencio es voluntario es un descanso para la mente y para el cuerpo.
No sé lo que me durará, pero espero haber aprendido a hablar un poco menos y escuchar un poco más, dicen que por eso sólo tenemos una boca, pero dos oídos.

martes, noviembre 6

BATIBURRILLO
Qué palabra tan graciosa, y resulta que dice el diccionario que es sinónimo de "baturrillo", con lo que suena esta nueva a "baturro chiquitín" o algo así ¿no? Bueno, pues elijo al baturro pequeño para este post, porque tengo el cerebro como el propio título reza. Así que, que vayan saliendo como les dé la gana, le doy libertad al cerebro:
- Hoy me encuentro guapa porque corté el pelo.
- Sigo baja (de estatura también, ya lo sé), pero no tanto.
- Empiezo a entender algo de mi nuevo trabajo, pero no mucho.
- Ya no me encuentro tan cansada como hace unos días.
- Mis compis del antiguo trabajo son geniales y hoy estuve como en casa al verl@s.
- Cuando las barbas de tu vecino... ¿Ehhh, qué carajo pinta este refrán aquí?
- No empezó el frío y ya tengo anginas.
- Me gusta hacer excursiones por los blogs de amigas y ver que unas estrenan amor, otras estrenan profesión, otras estrenan obra de teatro, otras estrenan nuevas tecnologías, otras "entrenan" la mirada lila en las películas y yo no estreno nada.
- Y por último, y no por ello menos importante: Nunca llovió que no escampara. Y este refrán no se me coló, que lo pensé y todo.

viernes, noviembre 2

AUTOBÚS UNIVERSITARIO
Desde que cambié de trabajo, voy a currar en autobús, más concretamente en el autobús universitario.
En principio, pensé que la media hora larga que tengo que pasar allí encerrada sería muy buena para dormir o para leer tranquilamente, pero me equivoqué totalmente.
Soy incapaz de hacer otra cosa que no sea escuchar las conversaciones de las universitarias y universitarios que se han convertido en compis de transporte público.
Son ideales, o sea ¿sabes?, pero rebueno chanar tanto de todo, maja, que sí, ¿sabes? ¿no? quiero decir, que paso tía, que paso, o sea, que qué cacao de lenguaje llevo cuando bajo del bus.
El otro día fue especialmente interesante porque era una charla entre dos chicas estudiantes de medicina; una de segundo y otra de tercero pero ya cercana a los treinta y pico, vamos que podía ser hasta de la tuna de medicina. Hablaban de la diferencia entre artritis, artrosis y osteoporosis, muy interesante conversación para ser las ocho de la mañana. Se explicaban una a la otra, o sea ¿sabes?, las definiciones de tales enfermades ¿no? ¿sabes?, cómo mola. Y en estas estaban cuando una de ellas, la más joven a la par que más espabilada, le dice a la otra: pero ¿sabes? es que todo este rollo de los huesos y eso ¿sabes? es de gente muy mayor, como de treinta y cinco o cuarenta ¿sabes?
Coño, la que supo fui yo, desde entonces leo y duermo en el bus, escarmenté de oír conversaciones ajenas ¿sabes, maja?