Cuando la bollosfera se hace realidad y aparece en carne, hueso, risas y charlas en la vida, se produce un terremoto: te queda la casa patas arriba, colocas caras con palabras ya leidas en los blogs, inventas códigos llenos de sororidad y complicidad, escuchas historias a la vez que cuentas las tuyas, conoces personas que antes eran pantallas de ordenador, sonríes mientras te sonríen y...se te llena el corazón de cariño y te levantas, casi sin querer, cantando "amigas para siempre".
A gritos os lo digo, para que me oigais bien: GRACIAS KALI Y FARALA (un besín, Faraláez), qué placer conoceros, qué gusto sentiros cerca.