miércoles, octubre 26

El día a día

Ando trabajando por el sur y me encanta vivirlo. Es otra forma de comunicarse, otra forma de relacionarse, otra manera de estar en la vida. El norte lo conozco bien y me manejo muy a gusto por sus calles, por sus lluvias, por su gente. El sur, para mí, es más desconocido y lo camino con los ojos muy abiertos, los oídos prestos y los pies ligeros.
Lo primero que me engancha es el idioma, porque ¿de verdad que hablamos el mismo? Me explico: a mi incipiente sordera del oído derecho se une el que no entiendo muchas de las cosas que me dicen. Me llaman al teléfono para proponerme un curso importante, la chica que me contrata me dice muy airosa que me llama para Ceouna y Celebría. Yo, que no reconozco tales pueblos, me lanzo rauda,mientras hablo, al google y no encuentro nada con esos nombres. Acepto la propuesta, concretamos contenidos, ponemos fechas y yo sigo sin saber a dónde leches tengo que ir. Al final de la conversación, me deletrea el email al que tengo que mandarle mi currículo y entonces oigo que me llaman desde el CEP de Osuna y el CEP de Lebrija (CEP= Centro de Profesorado). Me río y respiro tranquila, porque Osuna y Lebrija sí que existen.
Alguien me habla de una chica y dice de ella que es "algo jartible y chuminosa", me apunto la expresión para cuando vuelva al norte, tiene tanta sonoridad y es tan gráfica.
Llego a una charla y encuentro a alguna gente que conozco de vista, me abrazan, me besan, me achuchan, y yo controlo mi tendencia a ser erizo, qué diferente el contacto físico al que estoy acostumbrada.
Viene R., en Málaga, a hacernos de anfitriona, sin conocernos y nos enseña su ciudad y las cosas que le gustan, con mucha gracia y mucho cariño; en un momento determinado, nos pregunta "¿os gustan las biznagas?" Yo, que tengo tendencia al dulce como los pinguinos al hielo, ya me estoy relamiendo hasta que la veo venir con un ensartado de jazmines que huele a gloria.
Y me quedo alucinada de lo que aprendo, de lo que vivo, de lo que veo y siento.
Y me apunto a ser del sur, igual que una vez fui de Navarra, igual que soy de Euskadi cuando voy, lo mismo que fui de Orense cuando trabajé allí.
Y sí, xoxos, ahora soy del sur ¿qué pasa? Y me encantan las biznagas y "robo" jazmines de las iglesias para mantener ese olor cerca y adoro a la gente de aquí.
Pero volveré al norte, a ver a mi otra gente, a abrazar con un abrazo más corto, a contarles mis aventuras, a mantenerme lejos del frío con la unión de mi pandilla, a sentir que, mientras ceno, la sidra que escancian en la caleya da música a mi vida.
Ahora soy de sidra con biznagas y digo "¿Qué ye, oh, ozú?" Y soy feliz.

viernes, octubre 14

Me voy a cagar en alguien

Llevo siete años, siete, acosada por una tía a la que solo conozco de vista y a la que no quiero conocer en toda mi puta vida. Estoy harta de sus emails, de sus comentarios en este blog haciéndose pasar por mi pareja, de sus comentarios en mi blog profesional y de que involucre a más gente en algo que no es más su propia locura e imaginación.
Basta ya, hostia, que ya mi paciencia se está agotando. No soy tu pareja, no te quiero, no te conozco, no tengo ningún interés en tu persona.
ME MOLESTAS, joder, cómo te lo tengo que decir. Te lo he dicho en persona hace siete años, te lo ha dicho mi gente ¿qué más puedo hacer?
Cualquier día te pongo una denuncia por acoso, te lo aseguro, estoy tan harta de ti que consigues que me ponga de mala leche y eso es difícil que alguien lo consiga.
DÉJAME EN PAZ.