Ya hay crónica del partidazo, está en Hasta los Pelos y no puede estar mejor contado. Me duele todo, todito, todo, pero somos las mejores, chicas, con nuestro años somos muuuy buenes, jajajaa.
sábado, mayo 29
Por la diosa, cuánto deporte (reeditado)
martes, mayo 25
Para Farala y la bellísima mujer que la parió
sábado, mayo 22
Normalidad
martes, mayo 18
Gracias, Calvin, por mandarme este vídeo que me encanta. Cuando veía este anuncio en la tele siempre alargaba las manos para poder atrapar las pelotas que bajan la calle, me deja impresionada la cantidad de colores que bajan botando. Quien ha estado en mi casa, sabe que una de mis colecciones es la de la pelotas que botan mucho, de esas de las máquinas en las cafeterías de las carreteras. Quien viaja conmigo, sabe que si hay una maquinita de esas, yo tengo que sacar la pelotita de turno, y es que no lo puedo evitar. Me encantan y me hacen la vida más feliz. Recuerdo la cara de Elenita Farálaez cuando abrí el tarro y solté todas las pelotas por el salón, sólo por esa cara ya merece la pena tener esta colección.
Va por ti, Faralilla, que lo estás pasando mal y que siempre estás para cuando estamos las demás en malos momentos.
domingo, mayo 9
No quiero nada
Quiero ser feliz, quiero reencontrar la fuerza que sé que tengo, quiero dormir mucho, quiero reñirme yo a mí misma, quiero recomponerme y volver a ser sociable, quiero pensarme y quiero sentirme. Ya está. He dicho.
Ah, una cosa, que nadie dude que esto se me pasará, que tengo fuerza para esto y tres más como esto, no te jode.
PD: Mi confidente de estos meses, Marmarita, está exenta de todas las cosas que digo aquí.
martes, mayo 4
Grrrrr, mis tetas
sábado, mayo 1
Lesboerotismo
Y me imagino que empiezo a recorrerla, que llego a sus nalgas y voy dibujando su redondez sin prisa, sabiendo que me espera la entrada a su sexo en cuanto yo decida que me adentro en ella, escuchando su respiración cada vez más fuerte, besando su nuca a la vez que acaricio el final de sus muslos suaves.
Oigo cómo sale el primer jadeo en cuanto mi mano se detiene en su entrepierna, aún sin entrar, todavía sin mover mis dedos para despertar aún más sus ganas. Se mueve, me pide que siga con un movimiento de nalgas que casi me obliga a penetrarla. Pero me contengo, quiero seguir sintiendo esta excitación que provoca un latido brutal en mi clítoris, quiero seguir viendo cómo serpentea pidiendo más placer, sabiendo que lo tendrá todo y que podrá gozar de dos cuerpos que se aman.
Y por fin, ya no puedo más y despliego un dedo, sólo uno. Lo llevo hasta la entrada de su sexo, rodeo su entrada sin penetrar todavía, regodeándome en todos los pliegues que me invitan a entrar. Introduzco un poco el dedo, muy poco, y lo retiro casi inmediatamente…sus jadeos me llegan al alma, me hacen temblar de los pies a la cabeza, me vuelven loca, tan loca que la penetro de repente y ella se entrega con un enorme gemido de placer.
No quiero que llegue al orgasmo, no quiero que termine este juego de dedos y humedades, no quiero dejar de sentir su líquido en mis manos, su calentura en mi boca, su sonido en mis oídos. Ella sigue gritando mi nombre y a cada grito, yo la penetro más adentro, le busco los puntos de más placer dentro de ella. Y sigue gritando y a mí me vuelve completamente loca al escuchar mi nombre mezclado con el poder del placer.
Y casi me corro sólo de verla, sólo de oírla, sólo de tocarla. Se queda, por un momento, quieta, con mi mano dentro de su sexo, pero yo sé que en cuanto empiece de nuevo a mover mis dedos en su interior, ella se sentirá penetrada de nuevo y no podrá contenerse. La dejo un poco que se relaje, pero no puedo esperar mucho, necesito volver a verla moverse mientras estoy dentro, necesito escucharla gritar al tiempo que mi boca la descubre entera, necesito que ella me penetre como yo le estoy haciendo a ella, con toda la fuerza y todo el cuidado con que sabe hacerlo. Y ella empieza a buscarme, con la boca, con sus manos, con sus dedos finos y largos que me dan un placer que no recuerdo en muchos años.