domingo, noviembre 30

Entre mujeres

Entre mujeres soy feliz, me encuentro cómoda, en mi espacio, con mi gente. Entre las mujeres con las que suelo relacionarme soy verdaderamente yo, M. Y esta semana ha sido especialmente prodigiosa en encontrarme en mi sitio.

Primero el miércoles, fui al cine a ver la película amadrinada por Las Comadres de Gijón y fuimos cinco mujeres de armas tomar en el coche, incluida Marmarita. Una gozada de charlas y cariño.

El viernes, Congreso de Abogadas en Oviedo, y yo como ponente (¿imponente? ¿cañón sin colorado?), me sale bien, no voy a nega que en realidad me salió especialmente bien, muchas risas, mucha charla, muchas desconocidas que de repente hablan conmigo, muchas mujeres en la cena, en los cafés...y copas con mis amigas de siempre. Viernes noche, reencuentro con "mis chicas" en la Santa, un morreo que me cayó gratuitamente y fue recibido con mucha juerga, por fin vi a Winnie, charlé con Emma, me reí con Yolanda y di una ojeada al local por si algo se me escapaba.

Sábado de catarro y anginas. Se me pasan todos los males al quedar con una mujer muy especial. En principio era una visita de cortesía, casi un compormiso para mí, una conocida del trabajo, una compañera de la formación de profes en Euskadi. Pero nada más vernos de nuevo (habíamos coincidido dos veces antes), encajamos a la perfección y nos pasamos una tarde maravillosa, me encantó estar con ella, qué interesante, qué guapa, qué sonriente, qué voz...qué ganas de besarla.

Hoy, domingo, en casa ¿sola? Noooo, en el blog, con todas vosotras, de nuevo con "mis" mujeres, de nuevo en mi sitio, otro día más de una maravillosa semana de féminas y una vez más orgullosa de ser mujer feminista y de querer besaros a todas.

domingo, noviembre 23

Correcciones

Cualquiera que se dedique a esto de la enseñanza estará de acuerdo conmigo en que no hay nada más aburrido que corregir. Todo casi igual, hora tras hora, que si la ortografía, que si el contenido, que si la presentación, que si lo que repetí mil veces aún está mal, que si me duermo encima de los trabajos y exámenes, que si...
Que sí, que de vez en cuando surge algo que te hace reír y te vuelve a congraciar con esta labor de corrección. Y en esas estoy ahora mismo, con la carcajada puesta por lo que acabo de encontrar en un examen de 1º de Bachillerato. La cuestión era que definieran las vocales en castellano según su modo y punto de articulación, pues bien, en vez de decir que una de las vocales es cerrada con punto de articulación posterior, ha puesto: "la vocal se hace con la boca cerrada y el punto de articulación exterior". Y yo me lo acabo de imaginar, intentando hacer una vocal con la boca cerrada y con la lengua buscando un punto exterior, más o menos, como la foto...pero con la lengua fuera.

miércoles, noviembre 19

Tristeza, rabia, impotencia...

...y más, mucho más es lo que siento dentro; tanto que llevo todo el día ahogándome, todo el día conteniendo unas lágrimas que, ahora, tienen permiso para salir, ahora que ya estoy en casa, ahora que ya estoy conmigo misma. También salieron hoy, con él, en la sala de atención a las familias, en una conversación tan dura que me hacen más consciente aún de qué difícil es ser profe.
Estoy triste, muy triste; la rabia me come, porque es una injusticia tan grande, una situación tan tremendamente jodida, que no tengo palabras para sacar afuera toda la impotencia que se me junta dentro.
No me da la gana de admitir que una alumna de mi tutoría tiene un linfoma. No quiero, me niego, no lo voy a permitir. Nunca olvidaré la cara de ese padre cuando me lo decía.

domingo, noviembre 16

Cena con Marmarita y M.

Aunque ya Mármara contó en su blog la cena del otro día, no he podido resistirme a dar mi versión de los hechos, al menos de lo que me acuerdo que sucedió entre carcajada y carcajada.
Llegué, como siempre, bastante antes de la hora convenida y nadie respondía en casa de Marmarita, no se oía nada en la oscuridad de la noche, ni un susurro, ni un ronquido, ni un ladrido...vamos que no había nadie. Encontré a Marmarita y a M. con los peludos paseando por la calle, dirección a una impresionante cena que yo ya pensaba hecha (qué ingenua).
Llegamos a la casa en cuestión (yo por dos veces en la misma noche) y al entrar nos sorprende Marmarita diciendo que no hay nada hecho. Y nos lo dice con toda la tranquilidad del mundo, sin movérsele ni un pelo (de la cabeza, que es lo único a la vista). Ante tal falta de hospitalidad, M y yo decidimos al unísono despanzurriarnos en el sofá y "exigir" una cena digna a la voz de "ya".
Marmarita se puso el traje de faena y M y yo empezamos a rajar de lo lindo, y que si jajaja, y que si jejeje y que si te acuerdas y que si anda que tú, pues tú vamos que...
Al poco, ya teníamos una cena de rechupete, no repito el menú porque ya la gran cocinera lo puso. Y un poco de lechuga, un comentario de mi azarosa vida, unos spaguettis, una anécdota de Mármara, un buchito de agua, un comentario de M...una cena perfecta.
Pero no, algo tenía que salir mal, algo tenía que interponerse en nuestra preciosa amistad, algo tenía que dar al traste con el buen rollo reinante...un atentado en toda regla: Mármara, sabiendo mi horror ante las guindillas, dejó (creo que a posta) las tres guindillas repartidas por los platos. Ayyyyy, qué miedito cada vez que llevaba el tenedor a la boca, que si me como una no me bajan de la lámpara en toda la nocheeeee. Pero Dios es bueno y está de mi parte (creo que la de reli ya está abduciéndome, socorro), y todas las guindillas asquerosas estaban en el plato de la propia cocinera-terrorista.
Después de comer, pasamos al saloncito con el café y eran tales las carcajadas a gritos que dimos que hasta los perros se fueron para otra habitación. Y es que estuvimos hasta casi la una de la mañana con ocurrencia va y ocurrencia viene, nos reimos de todo y también de nosotras mismas, como debe ser. Y es cierto, como dice Mármara que dimos un repasito a la bollosfera, pero ese es un tema top secret (pero qué risas, ajajjaaa).
Y bueno, queridas, esta es la crónica de una cena de amigas que hacía mucho que no se veían por culpa de sus muchas ocupaciones (que no fue sólo culpa mía, joer) y que se demostraron, una vez más, que cuando algo une a la gente es muy fácil recuperarlo en cualquier momento.

PD: no encontré foto mía, pero sí de Mármara y M.

martes, noviembre 11

Lección recibida

He de confesar que esta semana he recibido una lección que me merecí. Voy por partes.
Como todas sabéis, doy clase en un instituto público; por si alguien aún lo dudaba, soy atea hasta la médula, anticlerical y en contra de la asignatura de religión en la escuela pública. Y además, estoy totalmente en contra de que se dé dinero público a los chiringuitos de la enseñanza que se montó la iglesia hace ya muchos años (no a la enseñanza concertada).
Bien, pues con todos estos antecedentes, he de decir que al conocer a la profe de religión de mi instituto ni siquiera me acerqué a ella, la saludaba como a todo el mundo, pero no me atraía en absoluto conversar con ella. La prejuzgué basándome en mi rechazo a su asignatura.
Pues hete aquí, que se me acerca ayer para comentarme que le pareció muy bien mi intervención en el claustro sobre la educación en igualdad, que ella es teóloga feminista, que antes el feminismo que la religión, que tiene escrito el capítulo de un libro sobre las beguinas y que les gustaría que lo leyera yo para comentarlo después, que ella lleva muchos años luchando por la igualdad dentro de la iglesia católica, que está en contacto con la asociación de Católicas por el Derecho a Decidir y que admira mi valor para hablar en público sabiendo el rechazo que iba a desencadenar.
Olé, olé y olé por la paisana de religión. Estoy leyendo el texto que me dejó y me tiene enganchada con el tema de las beguinas, qué bien escrito, qué interesante y cuánto tengo que aprender de esa mujer. Me está al pelo, por prejuzgar, por caer en lo que siempre critico, por gilipollas integral y por cerrada de mollera. Aprende, Marcelilla, aprende y, a partir de hoy, compensa a esa mujer por el desprecio con que la trataste, aunque ella nunca fuera consciente.
Lección aprendida y bien aprendida, gracias profe de religión.

jueves, noviembre 6

Vaya con el sueño

Siempre me pasa igual: a las cuatro de la tarde me muero de sueño, pero no puedo dormir porque tengo algo que hacer. A las ocho de la tarde, se me caen los ojos, pero no me voy a la cama porque es muy pronto y porque estoy terminando algo. A las nueve y media me digo: "marcelilla, maja, a la cama, que así mañana estarás despejada", pero algo me llama la atención, o me pongo a visitar mis blogs preferidos y a charlar con vosotras un poco mediante los comentarios, o me quedo mirando la tele, o echo una partida en el ordenador, o... vamos que cuando me quiero dar cuenta, es la una menos cuarto de la noche.
Noooo, mañana otro día de sueño. Y la culpa la tenéis vosotras, que me enrolláis con vuestros mensajes en los blogs y no me dejáis dormir. Quiero que sepáis que me quitáis el sueño, queridas.

PD: repito, después de mucho tiempo, cuadro, pero es que me gusta mucho y se llama "EL sueño".

sábado, noviembre 1

De todo un poco, que ando con prisa

Voy con prisa, sí, hace muchos días que voy con prisa, es más, hace casi dos meses que no sé lo que es no andar con prisas...mentiraaaaaa. Tengo tanto que hacer que ya no me doy ni prisa, por eso, quiero escribir varias cosas que me pasan, pero las pongo así todas seguidas porque no me da la cabeza ya para un post bien redactado. Ahí va, es como una tienda de todo a 100, revuelto, sin sentido y, posiblemente, sin uso posible:
- Fui a Navarra, volví, fui a Vitoria, volví, fui a Burgos, volví, fui a Orense, volví...voy a Vitoria de nuevo, espero volver bien.
- Soy feliz en el trabajo, pero acepto más de lo que es saludable.
- Cuando doy charlas me sube la adrenalina al máximo, luego me desmorono de cansancio.
- Aprendo mucho de mi alumnado y, sobre todo, me río mucho, pero mucho con sus cosas.
- Lo que más me jode del alumnado es lo ruidoso que es en los pasillos, son unos gritos que me molestan muchísimo.
- Acaba de salir una publicación en la que colaboré, saldrá ahora una publicación casi mía al completo y estoy feliz con los resultados.
- Hoy, día 1 de noviembre, llevo mal el recuerdo de mi madre, hace ya una temporada que no soy capaz de ver su cara sonriente, sino su cuerpo enchufado a las máquinas y ya sin alma. No sé qué hacer para solucionar esto, no quiero seguir viendo a mi madre así, me produce tanto daño que no soy capaz ni de hablar con mi padre. Quiero recuperar a mi madre, a la mujer fuerte que me reñía por mis bromas y que me rascaba la espalda. No quiero verla humillada por los médicos, llena de tubos y sin mirarme cuando la peinaba.
- Algún día de estos estaría bien poder descansar un poco.